Tiemblan
las tinieblas, rechinan las gehennas,
Huyen las creaturas inundes y
peligrosas,
No asoma ninguna mala persona,
Todos los que en la oscuridad habitan,
Desean desaparecer,
Y es que tu mi amado San Miguel
Arcángel,
Has hecho tu aparición,
Has desterrado el mal,
Vienes a
defendernos y ahuyentar lo que no es la verdad,
Amas la justicia y te pegas al bien,
Fuiste capaz de espantar al maligno
del paraíso celestial,
Y sigues aun acompañándonos,
Liberándonos de los más grandes
enemigos,
Protegiéndonos
ante la violencia y sumergiéndonos en tu benevolencia.
A ti San Miguel Arcángel,
Nos vemos todos confiados,
Nos hemos abandonado y en ti nos
refugiamos,
Sabiendo que tu socorro se hace
sentir,
Que tu presencia impetuosa y
contundente es,
Que el amor infinito y profundo por
Dios,
Los has demostrado a través de la
historia,
Y sin que sea presente ni pasado,
Tu
siempre estas a nuestro lado,
Nos proteges y ayudas,
Aclaras nuestra visión y en manos de
Nuestro Señor,
Pones todas nuestras súplicas,
Sin dejar de aclamar por todos lo que
a ti acudimos
Socorriendo nuestros favores e
iluminando el sendero,
Llenando
nuestros corazones,
De fidelidad y consuelo,
De luz espiritual y labrando un
camino,
Que nos aparte de lo terrenal y nos
enamore de lo espiritual,
Un camino que a tu lado se hace más
llevadero,
Y por lo que hoy te decimos,
Gloria a ti y a Nuestro Amado Señor,
Amén.
Terminamos esta oración, pidiendo a
San Miguel Arcángel nos ayude a tener una fe permanente y creciente hacia el
camino de Dios, rezando un credo con mucha devoción.
¿Por qué rezar al arcángel San
Miguel?
Hablar de San Miguel Arcángel, es motivo de alegría e inspiración para todos los que amamos a Dios y a
todos sus aliados y amigos, entre los cuales pertenece dignamente nuestro amado
San Miguel, quien se ha ganado un merecido y digno puesto en la Biblia, ya que
su nombre aparece junto a los de quienes son también sus acompañantes, Gabriel
y Rafael.
Llamado por la iglesia como;
“cabeza de la milicia celestial y Príncipe de los espíritus celestiales”, pues
desde el Antiguo Testamento hace honor a estos nombres, ya que sin ningún temor
se encarga de defender al pueblo de Dios contra los demonios y todo lo que le
pueda afectar, un trabajo arduo que aún en el Nuevo Testamento sigue
ejerciendo con todo amor.
Los católicos creyentes y
practicantes entregan fervorosamente su devoción a San Miguel Arcángel. El se
ha encargado de entrar en nuestros corazones, de favorecernos ante nuestros
ruegos y de acudir al llamado oportuno de todo aquel que lo necesita y le
invoca, es una conexión espiritual segura para llegar a Dios, un camino que
debe transitarse con verdadera fe.
La fidelidad de San Miguel Arcángel
Su mismo nombre hace alarde de su
entrega incondicional a Dios, de su amor infinito y de su esmerado trabajo para
llevarnos por el camino del bien. Su nombre significa en muy merecida
interpretación: “Quién como Dios”. Que mejor manera de estar conectado con el
altísimo y sacudir toda la inmundicia que se encuentre por allí.
Su fortaleza y constante lucha, fue
la inspiración que llevó a otros ángeles a defender la corte celestial, ha
estar firmes al lado de Nuestro Padre y a no permitir que el mal triunfe sobre
el bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario