En el cuerpo humano se abren cuatro lotos, cuatro
flores que se sitúan a nivel del ombligo, del corazón, de la garganta y de la
cabeza, que se relacionan con una energía sutil y con distintos estados de
consciencia. Así se describen los chakras en los Upanishads indios, hace más
de dos mil años. Los chakras, especialmente en tiempos modernos, encuentran
también su espacio en el mundo de la sanación física.
Hoy se consideran siete los chakras principales
(aunque ocasionalmente se reduzcan a cinco o se amplíen a diez o más), y se
relacionan con colores particulares.
Estos siete chakras se denominan Muladara (a nivel
del coxis), Swasdisthana (área genital), Manipura (región del ombligo), Anahata
(a nivel del corazón), Vishudda (garganta), Ajna (el “tercer ojo”, en la
frente) y Sahasrara (sobre la cabeza).
El Reiki, aunque en su origen es independiente de la
teoría de los chakras, se nutre actualmente de este modo de entender al hombre
y al flujo de energía que lo envuelve y conforma.
El Reiki nace a principios del siglo XX, cuando el
Maestro Usui tiene una revelación tras un largo ayuno y meditación. Afirma
haber redescubierto una verdad profunda y olvidada. Sus enseñanzas buscan la
evolución del cuerpo y del espíritu humano y las resume en “Cinco Principios”:
1. Shoufuku
no hihoo.
2. Manbyo
no Reiyaku.
3. Kyo dake wa, Okoruna, Shimpai suna, kansha
shite, Goo hage me.
4. Hito ni shinsetsu ni.
5. Asa
yuu Gassho shite, kokoro ni nenji, kuchi ni tonaeyo.
El método secreto para invitar a la buena
fortuna; la medicina maravillosa de toda enfermedad.
Cuídate
hoy de no enfadarte, de no dejar crecer la preocupación, de ser agradecido, de
trabajar duro contigo mismo, de ser amable con los demás.
Todas las mañanas y todas las noches, siéntate
en la postura de Gasho y repite estas palabras con fuerza en tu corazón.
Se dice que lo fundamental es el kokoro,
la intención, la apertura y receptividad de mente y corazón. El hombre puede
alcanzar el equilibrio físico y mental cuando se deja llevar por el flujo de
energía, cuando se adapta, cuando se convierte en un canal en el que la energía
del universo fluye con facilidad.
En el mundo occidental, el Reiki se va
transformando, poco a poco, de camino vital en terapia alternativa. El Maestro
ayuda al alumno a convertirse en canal por el que fluye la energía. Así es como
podrá transmitir la energía del universo a otro Ser. El chakra de la cabeza
recibe la energía del universo que fluye hasta las manos del practicante, para
ser transmitida al paciente.
La idea es simple y hermosa.
Reiki, donde rei significa
espíritu, alma, milagroso, sobrenatural, y ki aliento,
energía, fuerza, atmósfera, intención, emoción, podría traducirse como “energía
espiritual”, como “aquella energía vital que surge del espíritu de forma
milagrosa”, o como “el influjo espiritual que emana de algo profundamente
hermoso y sobrecogedor”.
Los chakras, especialmente en tiempos modernos,
encuentran también su espacio en el mundo de la sanación física.
La idea de un flujo de energía que recorre y
conforma el cuerpo humano se asumió en la India y en el Tibet como algo
natural, pero también en China, donde se desarrolló un sistema paralelo al de
los chakras; LOS MERIDIANOS, que
definen líneas por donde discurre la energía (ki) y donde se sitúan los
puntos sutiles sobre los que es posible actuar.
La cosmovisión india y tibetana busca la liberación
del hombre, al alcanzar éste un estado de conciencia tal que le permita
percibir con claridad la unidad del universo entero. Los chakras primarios y
otros, más numerosos, así como los vasos que los unen (NADIS), tienen un sentido espiritual. Los puntos de acupuntura y
los meridianos chinos encuentran funciones más mundanas; el mantenimiento de la
fuerza vital, la salud, la longevidad.
La Acupuntura, la Digitopuntura y la Moxibustión se
basan en la estimulación de ciertos puntos sutiles de los meridianos (con
agujas, presión digital o mediante el calor de “cigarros” de artemisa), para
facilitar un flujo de energía saludable, donde no haya excesos ni bloqueos.
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