En los tiempos actuales. Se nos facilita una nueva conexión con nuestro Ser de Luz real, nuestra presencia divina.
Para conseguir conectar y usar todo lo que somos debemos unir y comunicarnos con todas nuestras partes, nuestros cuerpos emocional, mental, físico y espiritual. Sin perder la conciencia en lo que pasa día a día tanto dentro de nosotros como en el exterior.
Ahora la apertura de conciencia no es incorporar un nuevo cuerpo de luz. Es poder administrar toda esa sabiduría interna, poder divino y amor que somos. Que se han ido restaurando tras nuestros procesos de sanación para plasmar y materializar nuestra presencia física en la vida actual desde la energía del amor y el espíritu.
Irradiar la verdad universal, la Luz y el amor desde el interior de nuestro ser es el mayor regalo que todo ser vivo puede manifestar. Cuanto mas lo hacemos, el universo y nuestra presencia divina mas nos corresponde con dones, regalos y lo que necesitemos para nuestra felicidad a todos los niveles
Reconocer nuestra Luz en todos nuestros pasos incluso en los que parecen más oscuros, es básico y muy importante porque ellos son nuestros maestros y nuestro camino de crecimiento para llegar a nuestra meta.
Ninguna fuente de Luz Divina. Puede materializar y ser tan física como nuestra propia presencia y ella actúa acorde a nuestros deseos, acciones e intenciones.
Es la energía creadora de la Fuente-Dios-Diosa-Todo lo que es, en todas sus manifestaciones.
El truco es estar en tiempo presente, en constante transformación sin pretender ni tener el control en absolutamente nada. Ya que la vida fluye en un constante ir y venir de acciones y reacciones para la mayor expansión del ser y el crecimiento individual de todos nosotros, el planetario o el universal.
Todo cuanto es necesario para ser y crecer nos llegara absolutamente a tiempo.
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