Mandala es un diagrama concéntrico que tiene un significado
ritual y espiritual. Este término es de origen hindú y aparece en el Rig Veda,
aunque es usado por otras religiones indias, particularmente por el budismo. En
la rama tibetana del Vajrayana los
mandalas han sido desarrollados como pinturas de arena.
En varias tradiciones espirituales, los mándalas se han
usado para enfocar la atención de los aspirantes y adeptos, como herramienta de
enseñanza espiritual, para establecer un espacio sagrado, y como ayuda para la
meditación y la iniciación al trance. Según David Fontana, su natural
simbolismo puede ayudar a acceder progresivamente a niveles más profundos del
inconsciente, fundamentalmente ayudando a quien medite a experimentar una
sensación mística de unidad con la armonía del cosmos.
Mándala ha llegado a ser un término genérico para multitud
de esquemas, gráficos o dibujos geométricos que representen el cosmos de una
forma metafísica o simbólica, un microcosmos del universo desde la perspectiva
humana.
·
EN EL HINDUISMO
Yantras
Un Yantra es una
composición geométrica de dos o tres dimensiones que se usan en las Sadhanas, o los rituales de meditación.
Se le considera la morada de los Dioses. Cada Yantra es único y hace una llamada a una deidad a través de
elaborados diseños geométricos y simbólicos. Según cierto académico, “los Yantras funcionan como símbolos
reveladores del cosmos y como un gráfico instructivo de los aspectos
espirituales de las experiencias humanas”.
Muchos sitúan los Yantras
como puntos centrales de atención para la práctica del hindú tántrico. Los Yantras no son representaciones, sino
que están vivos, llegando al conocimiento a través de experiencia.
·
EN EL BUDISMO
*Vajrayana tibetano
El kyl khor
(mándala tibetano) en el Vajrayana
budista representa normalmente un paisaje de la tierra de Buda o de la visión
de culto de Buda (los cuales son inevitablemente identificados con él y
representa la naturaleza de su experiencia y su complejidad.
La mayoría de los mandalas
consisten en una zona exterior circular y una zona interior cuadrada (aunque a
veces circular) con una decoración elaborada en el centro. La parte interior del
mándala puede ser ocupado por caracteres budistas y símbolos, así como imágenes
de sus deidades asociadas, los cuales “simbolizan diferentes etapas en el
proceso de la comprensión de la verdad”.
Los mandalas son
normalmente usados en el budismo tántrico como ayuda para la meditación.
Especialmente, un mandala budista es
concebido como “un espacio sagrado”, y además como una morada de los Dioses.
Mientras por otro lado, son considerados como un lugar separado y protegido por
el mundo externo del Samsara.
El mandala es un
apoyo para la meditación de la persona, algo que debe ser contemplado
repetidamente, hasta el punto de la saturación, tanto que la imagen del mandala llegue a ser completamente
interiorizado incluso hasta los más mínimos detalles, y puedan ser evocados y
contemplados como una imagen vívida.
Para la meditación o la no permanencia (enseñanza central
del budismo), después de varios días o semanas de la creación del diseño de un
mándala de arena, la arena se recoge junta y normalmente se echa a una
corriente de agua para extender las bendiciones del mandala.
La visualización del concepto del mandala es una de las contribuciones más significativas del budismo
para la psicología transpersonal. Los mandalas
son vistas como lugares sagrados, recordando a los que los miran la santidad
del Universo y su potencial en sí mismo.
En el contexto del camino del budismo, el propósito del
mándala es poner un fin al sufrimiento humano, para alcanzar la Iluminación y
alcanzar una correcta visión de la realidad. Es un medio para descubrir la
divinidad mediante la comprensión que reside en cada una de nuestras mentes.
El mandala puede
representar también en Universo al completo, el cual es tradicionalmente
representado con el Monte Meru como eje del mundo en el centro, y rodeado por
los continentes. Las ofrendas al mandala
en el budismo tibetano es una ofrenda simbólica al Universo total. Cada detalle
complejo de estos mándalas está unido con la tradición y tiene un significado
simbólico específico.
El mandala puede
ser mostrado para representar en una forma visual la esencia central de las
enseñanzas del Vajrayana. En el mandala, el círculo exterior en llamas
simboliza normalmente la sabiduría y la cordura.
Hay un mándala muy conocido en Japón, el mandala de los cinco Budas, con varias
formas y aspectos de la iluminación de Buda, siendo los Budas representados
dependiendo de la escuela budista e incluso del propósito específico del
mándala.
·
MANDALA OFRENDA
Mientras que los anteriores mándalas representaban a Buda, estos
mándalas representan al universo. Este tipo de mándalas son usados para
simbolizar las ofrendas al universo, a los Budas o a los maestros por ejemplo.
Dentro de la práctica del Vajrayana, 100.000 de estos mandalas
de ofrenda (para conseguir méritos) pueden ser parte de una práctica preliminar
antes de que los estudiantes puedan empezar con sus prácticas tántricas. Este
mándala es normalmente estructurado según el modelo del universo como forma de
enseñanza en los textos del budismo clásico del Abhidharma-kosa, con el Monte Meru en el centro, rodeado de
continentes, océanos y montañas, etc.
·
EL MANDALA COMO RELAJACION
Dentro de las múltiples técnicas de relajación orientales,
se encuentra la de pintar mándalas, los cuales son publicados en libros
parecidos a los de los libros de colorear de los niños, donde viene el mandala solo dibujado con líneas y el
resto en blanco dispuesto para colorear. Esta técnica de relajación no requiere
ninguna disciplina expresa, como puede serlo en otras, ya que quien está
haciéndolo lo colorea según sus gustos estéticos e imaginativos. La pueden
realizar personas de cualquier edad, siendo además que fortalece la
creatividad.
Pilar López Ra/ Reiki Master Galicia-Lugo.
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