El
Meningococo B, causante habitual de la Meningitis bacteriana
- El meningococo B es el causante
del 71% de las meningitis bacterianas
- Entre el 10 y el 14% de los
casos de enfermedad meningocócica son letales
- Entre un 8 y un 20% de los que
sobreviven tienen secuelas neurológicas a largo plazo
- El coste anual asociado a la
hospitalización de los afectados es de más de cinco millones de euros, sin
tener en cuenta otros costes de Atención Primaria.
La
enfermedad meningocócica es una infección grave causada por Neisseria
meningitidis (N. meningitidis) que incluye diversas formas clínicas, como
meningitis y sepsis. Se han identificado 12 serogrupos de N. meningitidis,
6 de los cuales (A, B, C, W135, X e Y) pueden afectar al ser humano. La mayoría
de ellos son endémicos.
Las cepas
del serogrupo B que causan enfermedad invasiva son más diversas genéticamente
que las de otros serogrupos. La infección por meningococo B (MenB) es la
principal causa de enfermedad invasiva en países desarrollados, en los que
lactantes y adolescentes son las poblaciones más vulnerables a presentar las
formas más graves de la enfermedad. La mayor parte de los casos de enfermedad
meningocócica suceden durante el invierno y el inicio de la primavera.
La
epidemiología de la enfermedad varía según el área geográfica y el serogrupo.
Los serogrupos B y C predominan en países industrializados, siendo los
responsables de la mayoría de los casos en Europa y el continente
americano. La incidencia de la enfermedad meningocócica varía con la edad,
con las tasas más altas en lactantes, seguidos de los adolescentes y los
adultos jóvenes.
El serogrupo
B es el causante de la mayor parte de los casos de esta enfermedad en Europa.
De los casos notificados de 2009 el 71% fue producido por el serogrupo
B (particularmente en aquellos países que introdujeron vacunas
conjugadas para el serogrupo C), el 13% por el serogrupo C y el 4% por el
serogrupo Y. Entre 1993 y 1996, el serogrupo B ya había sido causante del 68%
de los casos declarados en Europa.
EN ESPAÑA
Enf.
Meningocócica
2013
|
CASOS
|
1/100.000
|
Andalucía
|
76
|
0,91
|
Aragón
|
5
|
0,37
|
Asturias
|
15
|
1,41
|
Baleares
|
3
|
0,27
|
Canarias
|
10
|
0,47
|
Cantabria
|
4
|
0,68
|
Castilla
La Mancha
|
17
|
0,82
|
Castilla y
León
|
14
|
0,56
|
Cataluña
|
34
|
0,46
|
Ceuta
|
0
|
0
|
C.
Valenciana
|
22
|
0,44
|
Extremadura
|
9
|
0,82
|
Galicia
|
28
|
1,02
|
Madrid
|
41
|
0,64
|
Melilla
|
1
|
1,2
|
Murcia
|
12
|
0,82
|
Navarra
|
4
|
0,63
|
País Vasco
|
21
|
0,97
|
Rioja
|
2
|
0,63
|
TOTAL
|
318
|
0,68
|
La
introducción de la vacuna frente al serogrupo C en el año 2000 ha determinado
un cambio importante en la epidemiología de la enfermedad meningocócica en
nuestro país, dejando al serogrupo B como el principal responsable de la
enfermedad invasiva.
El descenso
del número de casos del serogrupo B que se ha observado, particularmente en el
año 2010, es similar al descenso que se ha observado en otros países europeos.
Puede tener su origen en la naturaleza cíclica de la enfermedady estar
determinado por diversos factores ambientales y conductas asociadas a riesgo. Se
estima que entre el 10 y el 14% de los casos de enfermedad
meningocócica son letales, y entre un 8 y un 20% de los que
sobreviven tienen secuelas neurológicas a largo plazo. Entre las secuelas
asociadas a la meningitis bacteriana y la septicemia meningocócica se
encuentran: pérdida auditiva, amputaciones, complicaciones cutáneas, problemas
psicosociales, hidrocefalia, problemas neurológicos y de desarrollo e
insuficiencia renal.
Es
importante considerar el impacto económico y la carga de hospitalización
generada por la enfermedad meningocócica en nuestro país. Un estudio sobre las
hospitalizaciones y los fallecimientos relativos a la enfermedad meningocócica,
basado en los datos de CMBD entre 1997 y 2008, mostró una incidencia anual de
hospitalización de 2,33 por 100 000 habitantes, con un coste anual
asociado de más de cinco millones de euros, sin tener en cuenta otros costes de
Atención Primaria.
En general,
la sepsis y la meningitis son las formas clínicas habituales de la enfermedad
meningocócica. Pueden aparecer de forma aislada o presentarse las dos a la vez
en el mismo paciente. La sepsis meningocócica se presenta con fiebre, petequias
y erupción maculopapular. La mayoría de las veces, estas lesiones cutáneas
aparecen en las primeras 24 horas del inicio de la fiebre. Un 10-20% de los
pacientes puede presentar una sepsis fulminante con púrpura, hipotensión,
disfunción miocárdica y, finalmente, fallo multiorgánico en pocas horas, con
una elevada mortalidad.
La
meningitis sin sepsis suele presentarse con vómitos, fotofobia, cefalea,
rigidez de nuca, alteración variable del nivel de consciencia (desde
obnubilación hasta coma) y, en lactantes, fontanela abombada o rechazo del
alimento. En la meningitis aislada no suelen aparecer lesiones cutáneas.
Es preciso
tener presente que, en ocasiones, la sintomatología de la enfermedad
meningocócica, tanto la sepsis como la meningitis, es inespecífica en las
primeras horas y puede confundirse con un proceso infeccioso de etiología
viral.
Excepcionalmente,
el meningococo puede ocasionar otras formas clínicas, como artritis, neumonía,
endocarditis o pericarditis. La enfermedad meningocócica es una enfermedad
potencialmente fatal y debería ser siempre contemplada como una urgencia
médica. El tratamiento antibiótico precoz es uno de los factores más
importantes en el pronóstico de la enfermedad; por tanto, se debe empezar el
tratamiento en la misma consulta del centro de salud, antes de derivar al
paciente al hospital.
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