Saqué mis
zapatos, me despojé de mis pertenencias y con solo poner un pie en ese cuarto
quedaron atrás los pensamientos que cargaba del día. La paz y el equilibrio del
lugar invitaban a entrar en sintonía con un estado interno distinto. Allí me
esperaban Claudia Robson y Pablo González para introducirme en el mundo de la
sono armonización.
“Estos
instrumentos que ves aquí son los que usamos en las sesiones”, me indicó
Claudia. Y comenzamos a recorrer el salón para conocerlos: “Usamos cuencos de
cristal, cuencos y campanas tibetanas, el Didgeridoo, flautas nativas, tambores
chamánicos, palos de agua”. “Y este es el Gong”, interrumpió Pablo haciendo
sonar un instrumento de gran porte que imponía su presencia en el centro de la
habitación.
Desde hace
tres años esta joven pareja se dedica a estudiar esta técnica, incluida entre
las denominadas terapias vibracionales. Su curiosidad los llevó a viajar por
distintos lugares del país aprendiendo a tocar una diversidad de instrumentos
muy antiguos y poco conocidos en nuestra cultura y a investigar sobre los
efectos que el sonido generaba sobre el organismo.
- ¿De qué se
trata esta práctica?
Claudia: -
Es un trabajo de armonización que se realiza a través de la aplicación de
“sonidos terapéuticos” por medio de una combinación de instrumentos antiguos,
modernos y sonidos y frecuencias.
- ¿Qué
beneficios vivencia una persona luego de una sesión?
Claudia: -
Quienes han asistido a estos baños sonoros describen su experiencia como una
gran relajación física y mental, bienestar, plenitud. Esto sucede porque la
vibración de estos instrumentos guía al cerebro hacia una frecuencia de onda
alfa, que induce hacía un profundo estado meditativo y apacible, al igual que a
una claridad mental.
Pablo: - Las
personas que asisten buscan liberar tensiones cotidianas, stress, solucionar
sus dificultades para dormir, calmar la ansiedad, dolores musculares y
alivianar el cansancio extremo. También hacemos sesiones exclusivamente para
niños; hemos obtenido resultados positivos con chicos hiperactivos, problemas
de atención o dificultades de integración.
- ¿Cómo
trabaja el sonido en nuestro cuerpo?
Pablo: - El
sonido es un fenómeno vibratorio que se emite a través de ondas y se transmite
por medios elásticos como el aire y el agua. Nuestro cuerpo está conformado
mayormente de agua, por lo tanto las vibraciones viajan por él también. Los
principios de las llamadas terapias vibracionales nos enseñan que todo lo que
existe en el universo se encuentra en un estado de vibración y frecuencia. Cada
persona, lugar u objeto tiene una vibración característica que recibe el nombre
de resonancia. En el cuerpo humano, por ejemplo, cada órgano, hueso o chacra
posee su propia resonancia y cuando alguno de ellos está vibrando fuera de su
tono o frecuencia armónica se genera la enfermedad o desequilibrio. Por medio
del principio de resonancia, el sonido tiene la capacidad de armonizar la
materia. Esto es lo que convierte al sonido en un instrumento terapéutico capaz
de abrir la puerta al equilibrio físico, emocional, mental y espiritual.
- ¿Cuál es
el origen de esta técnica?
Claudia: -
Muchas culturas reconocieron la importancia del sonido como herramienta de
sanación. Desde hace más de 40 mil años, en las antiguas civilizaciones de
India, África, Europa, Australia y América ya usaban el sonido en rituales para
sanar el cuerpo y el alma. Los tibetanos, por ejemplo, utilizaban campanas,
chines, cuencos de metal y cantos armónicos como fundamentos de sus prácticas
espirituales. Los aborígenes australianos y los chamanes nativos de América
usan tonos vocales y vibraciones de sonidos repetitivos con instrumentos
creados desde la naturaleza en ceremonias sagradas para armonizar y balancear
el espíritu. Los sacerdotes del antiguo Egipto usaban el sonido en sus
ceremonias para hacer entrar en resonancia sus centros de energía o chakras.
Cuando
llegáis a Sol y Luna Portal debéis dejar en la puerta todo lo que traes encima.
Descalzarte antes de ingresar al salón principal, ubicarte en la colchoneta y
recostarte. Suavemente los sonidos comienzan a inducirte a un viaje interior.
Claudia y
Pablo interactúan con sus instrumentos musicales y lentamente los sonidos
envuelven el cuerpo como una ola, proporcionando una experiencia similar a un
masaje enormemente sutil o a una profunda y serena meditación.
“Nos
conectamos con la fuente divina y con cada persona presente. Solo nos ofrecemos
como canal, somos un instrumento más para que esos sonidos desciendan y se
transmitan a cada persona. Cada sesión es única y la vivencia es única para cada
individuo”, expresó Claudia.
Una sesión
es suficiente para sentir cómo la revolución interna comienza a tomar su orden
natural a través del ritmo de los sonidos, movilizando emociones, limpiando
pensamientos, equilibrando cada célula de nuestro cuerpo por donde navega el
sonido.
LOS
INSTRUMENTOS
Cuenco tibetano: el origen de estos cuencos es la
cultura Pre Budista Shamanica Bon Po; tienen una antigüedad aproximada de más
de 3.000 años.
Flauta nativa: el origen de la Flauta Nativa
Americana es una incógnita, aunque podemos afirmar que fue utilizada para
diversas funciones, tales como el cortejo, la sanación, etc.
Gong: es el más antiguo e importante
instrumento del sureste de Asia. Su origen data del segundo milenio antes de
Cristo, pero se cree que el gong es mucho más antiguo. Fue muy importante en la
vida de la gente del lejano oriente y aún sigue siéndolo en algunos países de
la actualidad. En las familias de Asia, el gong era atributo de riqueza y
símbolo de status social. En ritos, era utilizado para invocar espíritus y
expulsar demonios. Tocando el gong se atraía la fortuna y la riqueza.
Didgeridoo: se dice que es el instrumento
aerófono más antiguo de la tierra; algunos hablan de 40.000 años de antigüedad.
Es originariamente australiano y fue descubierto por los aborígenes hace mucho
tiempo.
Cuencos de Cristal: tienen su origen en el concepto del
cuenco tibetano, las diferencias radican en la materialidad y la forma de su
concepción. La sustancia utilizada en la fabricación de los Cuencos de Cristal
es un tipo de arenilla que se obtiene de varios lugares de nuestra tierra,
llamada técnicamente Arena de Sílice. En la naturaleza se encuentra en forma de
cuarzo puro.
Tambor
chamánico: el
tambor era un instrumento femenino cuya forma evocaba el circulo de la tierra y
el útero, el ciclo de la estaciones, la luna y la mujer; la voz del tambor era
la de la tierra, el latido de la vida en el vientre materno y el oculto poder
de la vida dentro del mundo palpable
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