Liberación
del Alma
Particularmente,
en las diversas tradiciones que han llegado a conformar lo que hoy se conoce
como el hinduismo, se refiere a la liberación del alma,
que generalmente significa una unión o una disolución en una realidad
superior, la cual puede ser impersonal o personal, según las diferentes
tradiciones (en el budismo esto es un poco diferente pero también hay una
liberación de este mundo que es un despertar a la realidad, la cual, sin
embargo, no tiene la cualidad de un Ser absoluto que la sustenta ni
de un alma individual que se libera). Generalmente, también significa la
desaparición o aniquilación de toda individualidad o historia personal. Conocer
a Dios significa volverse Dios, pero necesariamente significa también dejar de
ser para siempre alguien. Lo que es indudable es que aquellos que buscan
egoístamente estados de elevación espiritual y sueñan con
volverse poderosos seres divinos están condenados, por definición, al
fracaso. La totalidad, enseñan estos caminos, es accesible a todos, pero
requiere de entregarse completamente a ella. Quien quiere todo (lo
real) debe primero renunciar a todo lo que tiene (todas las ilusiones,
todo lo que es impermanente).
La filosofía
de la India se caracteriza por una compleja e interminable discusión sobre
cuáles de los métodos o caminos son los mejores para lograr la liberación, con
las diferentes escuelas defendiendo aquellos que practican e interpretando las
palabras de Krishna de forma que se ajuste a sus doctrinas. Esto les ha llevado
a establecer 3 caminos.
Cada uno de
estos suele vincularse con una cierta personalidad, la cual se ve más inclinada
a su práctica. El sendero del jnana es el del intelecto; el
del karma es el del cuerpo y el del bhakti el del
corazón.
3 Caminos
para la liberación
El jnana es
el camino indicado para las personas que se relacionan con el mundo a través
del intelecto y tienen gran capacidad para concentrar y dirigir su atención. Se
trata de auto interrogarse de manera meticulosa y analizar todas las
percepciones y conceptualizaciones hasta cortar de raíz la identificación con
un yo separado de la deidad o la Conciencia absoluta.
El karma
es considerado un camino apto para las personas extrovertidas, activas, valga
la redundancia. Actuar para en el acto desprenderse de las cosas que nos atan;
dar para darse (a dios) en el dar. Los que practican esto suelen utilizar
técnicas, como la repetición de mantras, para que en su quehacer mundano estén
de alguna manera libres de los deseos, miedos y esperanzas mundanos. Están en
el mundo pero no son del mundo.
El bhakti
es el camino para de la devoción aquellos que realizan una veneración sin
distracción hacia Krishna. Los practicantes del bhakti son los que no se
retiran del mundo pero que, estando en él, no muestran preferencia por el
placer o rechazo frente al dolor; que no oscilan entre los extremos, no odian
ni son presa de euforias; aquellos en los que la inquietud y la intranquilidad
ha cesado; aquellos que no buscan la fama o las alabanzas y no les preocupan
los reproches de los demás, aquellos que están más allá del apego. Se trata en
resumidas cuentas de enamorarse de la divinidad, de verla en todas partes y
dejarse consumir por su fuego.
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