La Terapia
Biodinámica Craneosacral se basa en el principio de la existencia de una serie
de movimientos rítmicos que emergen de los tejidos y fluidos del núcleo del
cuerpo y se denominan “las mareas”. Los diferentes ritmos pueden ser
percibidos como un movimiento respiratorio sutil en todas las estructuras que
componen el sistema craneosacral (encéfalo, médula espinal, liquido
cefalorraquídeo, meninges, huesos craneales, pelvis y sacro), e igualmente se
transmiten también a todos los órganos, células y tejidos corporales. La
potencia y calidad con que emerge y se transmite este impulso a todo el
organismo determina su estado de salud y vitalidad.
El terapeuta
de Craneosacral Biodinámico sigue el plan de tratamiento inherente determinado
por la inteligencia de la potencia creadora, apoya las expresiones de las
fuerzas de la salud y coopera con las propiedades de autorregulación siempre
presentes en el sistema.
“Permita
a la función fisiológica interna manifestarse en toda su potencia infalible
antes de aplicar una fuerza ciega venida del exterior”. Dr. Sutherland.
Resumen de
Terapia Craneosacral
La Terapia
Craneosacral es una técnica manual muy sutil, que ayuda a restablecer los
procesos naturales de reequilibrio y curación del cuerpo. El terapeuta detecta
las zonas de bloqueo o inmovilidad, que indican tensión y mal funcionamiento.
El fundador
de la Terapia Craneosacral ha sido el Dr. Sutherland. Éste comprobó que los
huesos del cráneo no están soldados unos con otros y realizan un movimiento o
pulsación, debido a la fluctuación del líquido cefalorraquídeo, que circula
desde el cráneo, por la espina dorsal y hasta el sacro.
En la sesión
se liberan las tensiones y la energía que antes se usaba para mantener la
contracción, debido a ello el paciente siente una relajación muy intensa, esa
relajación al mismo tiempo le permite conectar con su yo más profundo, a
incrementar su vitalidad y a permitir que utilice sus recursos de autocuración.
Terapia
Craneosacral en detalle
Qué es la
Terapia Craneosacral
El Dr.
Sutherland comprobó que los huesos del cráneo no están soldados unos con otros
y realizan un movimiento o pulsación, debido a la fluctuación del líquido
cefalorraquídeo, que circula desde el cráneo, por la espina dorsal y hasta el
sacro.
La terapia
craneosacral es una técnica manual, muy sutil, que ayuda a restablecer los
procesos naturales de reequilibrio y curación del cuerpo. El terapeuta detecta
las zonas de bloqueo o inmovilidad, que indican tensión y mal funcionamiento.
En la sesión
se liberan las tensiones y la energía que antes se usaba para mantener la
contracción, debido a ello el paciente siente una relajación muy intensa, esa
relajación al mismo tiempo le permite conectar con su yo más profundo, a
incrementar su vitalidad y a permitir que utilice sus recursos de autocuración.
Esta
curación no solo es a nivel físico, sino emocional, se consigue estar más
receptivo con el propio cuerpo, a identificar mejor los mensajes que envía,
sobre todo en circunstancias de la vida que nos provocan estrés y ansiedad,
como toma de decisiones pendientes, situaciones que no podemos controlar y
debemos aceptar…
Además de
ayudar al crecimiento personal confrontando al paciente con sus patrones de
conducta y dándole herramientas que le permitan modificarlos. Este trabajo
ofrece buenos resultados también para problemas inflamatorios, de alergias,
dolores de tipo nervioso como migrañas, jaquecas, enfermedades psicosomáticas
como neurosis, ansiedad, depresión, dolores crónicos, fibromialgia…
La terapia
es muy suave y segura, es buena para todo tipo de edades, para bebés, durante
el embarazo, postparto, después de una operación, personas mayores.
En los
primeros meses de vida, cuando las suturas craneales son muy sensibles, es
cuando esta terapia es más efectiva y sirve para prevenir problemas de
psicomotricidad y cognitivos. Cada vez más matronas se interesan y se forman en
esta terapia.
Cómo es una
sesión de Terapia Craneosacral
La sesión se
desarrolla aproximadamente en unos 50-60 minutos, el terapeuta coloca las manos
sobre el cuerpo del paciente, que está vestido, sólo debe quitarse los zapatos
y cadenas o reloj. Antes de las tres o cuatro sesiones no se puede decir que se
obtienen resultados.
La técnica
de palpación es muy suave pero profunda, busca la causa de los síntomas y los
muestra al organismo para que éste active su mecanismo de autocuración.
Utilizando
esta terapia, nos damos cuenta que en gran medida la disfunción física viene
producida por la repercusión de un problema emocional de fondo
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