Cambio
climático: el mapa que muestra las ocultas conexiones subterráneas de los
árboles (y qué dice de la alerta que enfrenta el planeta)
Derechos de
autor de la imagen GETTY IMAGES Image Caption" Hay todo un mundo bajo
nuestros pies, un mundo oculto que no vemos pero cuya importancia es capital
para la salud de los bosques", explicó el científico español Sergio de
Miguel.
"Un
bosque es mucho más que los árboles. Hay todo un mundo bajo nuestros pies, un
mundo oculto que no vemos pero cuya importancia es capital para la salud de los
bosques y su supervivencia".
El
científico español Sergio de Miguel, profesor de la Universidad de Lleida,
estudia las complejas relaciones entre las raíces de los árboles y vastas redes
de microorganismos con las que viven en simbiosis.
"Es
como una relación de amistad en la que uno aporta algo y el otro aporta algo en
beneficio de los dos", le dice a BBC Mundo el coautor de un estudio
pionero sobre el tema publicado en la revista Nature.
El estudio
presenta "el primer mapa a escala global de la
distribución de los diferentes tipos de simbiosis que existen en los bosques
del mundo".
Y también
revela la frágil dependencia de esas simbiosis de las condiciones de
temperatura, y explica por qué lo que suceda en ese mundo subterráneo puede
tener un grave impacto en la mitigación del cambio climático.
En la
grandiosa interconexión de la vida, los árboles y sus "amigos
íntimos" pueden jugar un papel vital en la lucha contra el
calentamiento global.
Beneficios
mutuos
La salud de
los árboles depende de esa relación íntima entre sus raíces y dos tipos de microorganismos: hongos
y bacterias.
¿Qué obtiene cada uno?
Los árboles
hablan entre ellos en secreto y esto es lo que dicen
"Los
hongos lo que necesitan para sobrevivir es carbono y los
árboles a través de la fotosíntesis almacenan carbono", explicó De Miguel.
"Éste
es el carbono que los árboles comparten con los hongos con los que están
asociados en sus raíces de manera simbiótica".
Y los hongos
por su parte aportan a los árboles algo fundamental, ya que "les permiten
tener un mayor acceso a la comida que necesitan los árboles,
que son nutrientes y agua".
Distintos
tipos de "amistad"
El mapa
global de esas asociaciones vitales en diferentes regiones fue elaborado en
base a información de la mayor base de datos sobre bosques, en la que trabajan
unos 200 científicos.
La base de
datos se llama Iniciativa Global de Biodiversidad de Bosques, Global
Forest Biodiversity Initiative, o GFBI.
El nuevo
estudio utilizó registros que cubren 1,2 millones de parcelas forestales con un
total de 28.000 especies de árboles en más de 70 países.
Para
entender la importancia del estudio y su relación con el cambio climático, es
preciso comprender que hay dos tipos de simbiosis entre las raíces de los
árboles y sus "amigos íntimos".
En un tipo
de simbiosis, llamada de micorrizas arbusculares, los hongos
penetran las raíces y crecen entre las células de esas raíces o dentro de esas
células. El término micorriza, de origen griego, se refiere a la simbiosis
entre un hongo (mycos) y las raíces (rhizos) de una planta.
En el otro
tipo de simbiosis, las llamadas ectomicorrizas, los hongos rodean o
recubren las raíces.
"Lo que
consiguen rodeando la raíz es aumentar la superficie en la cual el árbol puede
buscar nutrientes y agua, es como una extensión de las raíces de los
árboles", señaló De Miguel.
La
importancia de la latitud y el clima
El mapa
comprueba una hipótesis del botánico británico David Reid, de que las simbiosis
entre los árboles y los microorganismos cambian dependiendo de la latitud,
según explicó De Miguel a BBC Mundo.
"Lo que
hemos comprobado es que son las condiciones climáticas las que
determinan la distribución global de las diferente relaciones entre
los árboles de los bosques del mundo y los microorganismos, es decir, hongos y
bacterias", explicó De Miguel.
El mapa
revela un dato fundamental: las micorrizas arbusculares se dan
sobre todo en las zonas tropicales húmedas sin diferencias de estaciones.
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