Santas
Reglas para el Combate Espiritual.
Efesios
6:12… Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra
gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas
poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares
celestiales…
Este
escrito está especialmente para aquellos que están oprimidos o abiertamente
atacados por demonios, espíritus malignos y están tratando de librar sus
hogares de la influencia o la presencia de espíritus malignos.
Pero
el punto es que, literalmente, todos los místicos han sido atacados por los
espíritus malignos a través de la autorización expresa de Dios. Pero entonces,
¿por qué permite Dios que los demonios ataquen a los místicos o a cualquier
persona de esa forma? Es para acercarnos más a Él. Dios permite, a veces, que
los demonios nos asalten, para que podamos volvernos a Él en la Oración, con
una renovada confianza en su Amor y preocupación por nosotros. Al
extraordinario sacerdote San Juan María Vianney, que dormía en cama de paja, el
diablo trató de quemarlo cuando se encontraba durmiendo en ella, y una vez comentó
que “el diablo es como un perro en una cadena, él sólo puede ir tan lejos como
lo permita Dios.”
Así
que la primera regla a recordar es que Dios siempre tiene el control absoluto y
el diablo no puede hacer nada sin el permiso de Dios.
Dios
siempre busca sacar bien de todo y Él sabe sacar el bien incluso del mal, si se
lo permitimos. Un excelente ejemplo de cómo Dios saca bien del mal es la Pasión
y Muerte de Jesús. El Evangelio de Juan dice que en la última cena entró
Satanás en Judas, y luego traicionó a Jesús.
UNA BATALLA ESPIRITUAL DEBE SER COMBATIDA CON LAS ARMAS ESPIRITUALES
Entonces,
¿cómo todo esto se correlaciona con aquellos que están luchando con los
demonios, y quieren librarse de los malos espíritus? En primer lugar tenemos
que buscar la forma en que Jesús luchó y echó fuera a los demonios. Entre otros
leer Marcos 5:1, Marcos 1:23, y quizás el más revelador es el de Marcos 9:29,
en el que los apóstoles no tuvieron éxito en el manejo de un demonio en un
muchacho. Así que después le preguntaron a Jesús por qué no pudieron manejar al
demonio y Jesús responde: “Este tipo sólo puede ser expulsado con
oración y ayuno.”
¡ORACIÓN
Y EL AYUNO!
Ahí
está la principal arma espiritual a ser usada para librarse de los demonios y
espíritus malignos. Jesús dijo que la oración en primer lugar, porque la oración
es el arma primera y más importante para ser utilizada contra el
diablo. ¡Esto no puede enfatizarse lo suficiente! La oración nos une a Dios, y
nos acerca a Él, y sólo Dios puede liberarnos de las presencias demoníacas. ¡No
podemos hacer nada sin Él, quien nos sostiene!
La
otra arma contra el diablo que Jesús menciona es el ayuno. Esto se
explica por sí, pero lo que a veces olvidamos es el espíritu que debe acompañar
al ayuno. Hemos de ayunar de comida con un espíritu de sacrificio en
reparación por nuestros malos actos. Nuestras actitudes son los que nos
separan de Dios, por lo que debemos ayunar en un espíritu de penitencia
y reparación por los actos no puros, los cuales nos pusieron en la
disposición adecuada para que Dios nos perdone de ellos.
Así, en primer lugar
la oración y luego hacer ayuno en un espíritu de reparación por nuestras malas
acciones, es el principal recurso contra los malos espíritus. Los demonios
no tienen poder sobre aquellos que están íntimamente unidos a Dios en oración y
que se encuentran en un ESTADO DE GRACIA.
EL DIABLO NO TIENE TRATADOS DE PAZ
Dios
nos ama. Y porque Dios nos ama, el diablo y los demonios nos odian, porque
odian a Dios.
“Descansen todas sus preocupaciones sobre él, porque él
cuida de vosotros. Sed sobrios y vigilantes. Vuestro adversario, el diablo,
ronda como león rugiente, buscando a quien devorar.” 1 Pedro 5:7
Satanás
y los demonios no hacen ningún tratado de paz. Sólo conocen la guerra. Ellos
vagan por el mundo buscando constantemente la ruina nuestras almas, y nos
arrastran hacia ellos. Por lo tanto, tenemos que hacer frente a los malos
espíritus, con valentía. Tenemos que luchar y pelear la buena batalla. No podemos
escapar, porque como el Padre John Corapi siempre dice “¡la rendición
no es una opción!”
ORACIONES
Y ACTOS CONTRA DEMONIOS
Junto
con Santísima Virgen María, los Santos y los Arcángeles y Ángeles son
especialmente poderosos en contra de la maldad del diablo. San Miguel Arcángel,
por ejemplo — la oración a él ha sido recitada desde hace más de un siglo y es
extremadamente poderosa —
“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la
batalla. Sea nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.
Reprímele Dios, pedimos suplicantes y tú, Oh Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a todos los espíritus
malignos, que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas.
Amén.”
Los
Sacramentos, especialmente el agua bendita y la sal exorcizada deben ser
rociadas en las zonas afectadas de la casa, el agua bendita y la sal exorcizada
deben ser rociadas sobre la propia comida y bebida para proteger desde dentro.
Además,
la quema de velas bendecidas por nosotros, con la intención a quien le
pedimos que venga en nuestra ayuda e incienso bendito y mirra son
reconocidos como un arma muy poderosa contra los demonios.
Hay rituales especiales de oración tipo exorcismo,
con exorcistas o cualquier persona capacitada para ello, ya que es complicado y
muchas veces peligrosos para ellos mismos, pueden recitar para dar a la sal y
al agua bendita una bendición especial. Esta sal exorcizada o el agua
bendita son especialmente eficaces contra los malos espíritus.
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