El concepto de CONCIENCIA es una contracción de la palabra CONOCENCIA,
que el individuo se conoce a sí mismo en la medida en que conoce la vida y
viceversa; es decir, también en la medida en que conoce la vida por las
vivencias y experiencias se conoce mejor a sí mismo.
En efecto, la CONOCENCIA se forma de todo aquello que hemos experimentado
en nuestro caminar por este mundo, de nuestros conocimientos y vivencias,
dolorosas la mayor de las veces, pues nadie nace sabiendo y va enterándose de
como son en realidad, o sea, conociendo, a base de caer y levantarse, de errar
y corregir pagando el precio, de forma que al corregir errores cometidos uno aprende
y conoce como actuar sin afectarse a sí mismo ni a nadie y al incorporar a su
experiencia lo vivido, integra la CONCIENCIA.
A la palabra CONCIENCIA se la asocia con aspectos de tipo iniciático
y religioso, pero significa el grado de comprensión que tiene el ser humano en
un momento dado en base a lo vivido.
El ciclo de movimiento de la vida del humano es en forma
circular ascendente, pues jamás camina hacia atrás ni hacia abajo, siempre
adelante y hacia arriba, creando espirales.
Las espirales se hacen con la CONOCENCIA, pues al conocer la
realidad, al aprender, el humano asciende, sube, de forma que al ir acumulando CONOCENCIAS
o VIVENCIAS, que es lo mismo, a la vez va ascendiendo en base a los conocimientos
que va integrando y que en cada vuelta ascendente que va dando al ir
aprendiendo, va integrando una vida espiral, positiva siempre.
Con el paso del tiempo y la acumulación de vivencias, esa ESPIRALIDAD
toma el nombre de ESPIRITUALIDAD y finalmente, esa ESPIRALIDAD, cuando se
convierte en ESPIRITUALIDAD, integra la CONCIENCIA.
ESPIRITUALIDAD y CONCIENCIA son casi gemelos de ESPIRALIDAD
y CONOCENCIA.
Una persona es ESPIRITUAL cuando por las experiencias
vividas aprende y respeta que no debe de hacer tal o cual cosa porque es dañosa
para sí misma y para quienes le rodean, pues entonces se vuelve ejemplar,
juiciosa, respetuosa y respetable por su preclaro comportamiento, y se dice que
el ser que es Espiritual tiene CONCIENCIA, y en efecto así es.
La CONOCENCIA produce ESPIRALIDAD, pues se crece en espíritu
y en verdad al conocer la forma de no cometer más errores y corregir el rumbo.
La CONOCENCIA tiene lugar cuando el individuo experimenta el
dolor de sus errores, y se vuelve CONCIENCIA cuando aprende a ya no repetirlos,
sin embargo, cuando conociéndolos los repite, el ciclo se vuelve plano, un
círculo vicioso, no espiral, y se queda en la CONOCENCIA.
Ejemplo: un alcohólico que sabe que esa bebida le hace daño,
pero desea continuar tomándola, entonces no pasa de ser simple CONOCENCIA.
Pero, cuando se vence a sí mismo y conociendo que no debe continuar haciéndolo,
aunque lo desee fuertemente, deja de hacerlo, entonces la CONOCENCIA se vuelve CONCIENCIA.
Luego, la CONOCENCIA no produce ESPIRALIDAD, sino el paso de
CONOCENCIA a CONCIENCIA, pues entonces, al salir del círculo vicioso, al dejar
de hacerlo, en su siguiente vuelta el círculo se vuelve ascendente, un círculo
virtuoso, un círculo espiral, y es entonces que la conciencia produce ESPIRALIDAD.
De esta forma, por los errores y aciertos experimentados en
su transcurrir, pondera el humano por anticipado el resultado de las acciones
que desea emprender, estableciendo parámetros de conducta que resume por
conocimiento previo de lo que podría producirse si se actuara en forma instintiva.
Al acto de prever tales resultados, y evitar así las
acciones que los desencadenarían, se le denomina conciencia y así tener
experiencia por errores del ayer, es tener conocimiento, CONOCENCIA de las
cosas.
El prever el resultado de la acción que se desea emprender
en un momento dado, es muy saludable, pues de esa manera se evitan conductas
dañosas y consecuencias lamentables, tanto para sí mismo como para los demás, y
de esta forma, a quien primero se evita dañar es a uno mismo, lo cual pone en
práctica el dicho que expresa que “el buen juez por su casa empieza”.
Así, la experiencia permite que por necesidad, se conozca en
primer término “la casa” o templo que les contiene, juntamente con todos los
niveles que les conforman.
Lo que es necesario para pasar al mundo – escuela siguiente, o sea, a “la
siguiente casa cósmica”, lo que en teoría suena entendible y aparentemente
fácil.
Diremos que el término “casa” no se refiere únicamente al conjunto de
ladrillos, de cemento armado o madera en que vivan, ya que así como el cuerpo
humano, siendo uno, se compone de varias cosas o sentidos que son: Ojos, oídos,
nariz, boca y manos, los que a su vez proporcionan la vista, el oído, el
olfato, el gusto y el tacto, el cuerpo constituye apenas la primera casa en que
viven.
-La primera casa de los humanos es su propio cuerpo, porque en él viven.
-La segunda casa lo es su domicilio particular, o sea, la edificación material
en donde habitan.
-La tercera lo es la ciudad en donde se ubican los grupos sociales de humanos y
su casa de ladrillos o del material de que esté construida.
-La cuarta lo es el Estado del País en que se ubica su ciudad.
-La quinta lo es su propio País.
-La sexta lo es el continente en el cual se encuentra su mencionado país.
-La séptima lo es el planeta Tierra juntamente con su atmósfera.
-La octava lo es el sistema planetario en que se localiza este planeta.
-La novena lo sería la galaxia de la que forma parte su sistema planetario, y
así, sucesivamente, todo lo cual integra la cadena ecológica de La Unidad
Cósmica.
Qué estamos haciendo usted por nuestra propia casa , no solo
por los apartados en que se divide su Ser, sino por todas las anteriormente
expresadas.
¿Qué está haciendo usted por usted mismo?, ¿por la
humanidad?, ¿por lo que le rodea?, ¿por el planeta?, ¿por el sistema solar?,
¿por las estrellas?, ¿las constelaciones?, ¿el universo? y así hasta llegar al
concepto que tenga usted de DIOS.
Nos tenemos que dar cuenta que la humanidad no puede salir
todavía de este átomo cósmico, de éste sistema solar, por la enorme distancia y
el tiempo que ello representa hasta hoy a la humanidad actual y con ello que no
pueden llegar aún a sus confines y si no nos alcanza el desarrollo cerebral
hasta ahora obtenido para comprender la distancia que suponen las galaxias, las
constelaciones y demás, menos vamos a creer que están metidos en un organismo
aún mayor, compuesto de todas las “casas” que puedan intuir, al que llaman
Cosmos, que también tiene vida.
REIKI MASTER GALICIA-Lugo