• La mente humana es extremadamente
limitada. Ha sido capaz de construir imperios, escribir tratados filosóficos e
ir a la luna, pero no ha sido capaz de comprenderse a sí misma. Tampoco ha dado
respuesta a las preguntas esenciales de la vida. Durante siglos ha especulado
sobre la naturaleza del mundo y el propósito de la vida. Ha enfrentado la
enfermedad, el temor a la muerte y el sufrimiento. Se ha preguntado por la
existencia de dios y por la muerte. Estas cuestiones universales son las que
aborda de una forma científica y metódica la tradición del yoga.
• Lo que pasa,
asegura la filosofía del yoga, es que la verdadera sabiduría surge cuando la
mente y los sentidos dejan de funcionar. En su famoso "Libro del
Yoga", Swami Vishnu Devananda nos hace ver que la mente humana está
limitada entre dos magnitudes pues no ha podido penetrar más alla de la
existencia de los electrones y de las galaxias. "Con un instrumento tan
limitado como el intelecto es inútil tratar de hallar la verdad o medir las
desconocidas profundidades de la eterna cuestión del porqué de la vida".
El yoga (que comparte ciertos preceptos con otras tradiciones espirituales
porque es universal) nos sugiere que hemos olvidado quiénes somos. Vivimos en
unión con el universo, vivimos en estado de yoga, pero no lo vemos. Por esto
“el yoga” es un sistema (filosófico, científico, psicológico), pero en esencia
es un estado de conciencia.
• El yoga
señala que vivimos en ignorancia sobre nuestra naturaleza, que es conciencia
pura. Somos parte del infinito y el camino del yoga nos ayuda a reencontrarnos
con él. La mente crea la enfermedad, el sufrimiento y la ilusión de la muerte,
de "perder o ganar" porque nos convence de que somos un cuerpo y una
mente, nada más. Nos identificamos con nuestra individualidad. Nos
identificamos con pensamientos y creencias limitantes. Vivimos en el yo, o el
ego: en rechazos, apegos, juicios, temores.
• El yoga nos
enseña a trascender nuestro yo para regresar a nuestro ser verdadero: la
conciencia universal. El yoga es nuestro estado natural: la liberación del
espíritu con respecto a las limitaciones del ego. Sólo un estado más elevado de
conciencia, puede liberarnos de la mente. No es una búsqueda intelectual. Tampoco
un dogma o una religión. Buda dijo: “el camino no está en el cielo, está en el
corazón.”
• El yoga
real, EL raja yoga, es la forma de yoga que busca el control de la mente a
través de prácticas física, mentales, y de unos principios éticos. Los Yoga Sutras
definen el yoga como “el cese de los movimientos mentales”. De este yoga forma
parte el hatha yoga y su forma más conocida el yoga físico. Pero las posturas
son sólo una parte de un complejo sistema para trascender la mente.
• Vida
consciente
• Como me dijo
Swami Mahatdevananda: "la mente es nuestra peor enemiga o nuestra mejor
amiga". Como somos seres energéticos, a través del trabajo del cuerpo, de
pranayama (ejercicios de control de la respiración), de pensar y actuar con
conciencia, nuestras otras dimensiones, las sutiles, empiezan a alcanzar su
potencial. Nos damos cuenta de que tenemos una mente y de que está cargada de
condicionamientos (creencias, pensamientos, patrones mentales) que han
determinado hasta ahora nuestra vida. No decidimos, reaccionamos. No vemos,
sólo juzgamos. Estamos atrapados en nosotros mismos.
• La
conciencia no es más que observarnos y trascender nuestra naturaleza más
elemental: la que busca seguridad en la posesión y en el poder, la que vive en
un estado de desconfianza y temor. Busca también desprendernos de lo viejo, que
es sólo memoria y condicionamientos: la mente es como una grabadora que repite
sin cesar lo que ha aprendido y que está susceptible a estímulos que nos llevan
del placer al dolor, como un péndulo. Por lo mismo podemos limpiarla y cambiar
los pensamientos por otros que nos liberen. Los ocho pasos que se describen en
los Yoga Sutras buscan estabilizar la mente y liberar el espíritu.
• Llega a
nosotros la idea transformadora de que hasta ahora hemos sido esclavos de
nuestra mente, que es por naturaleza inestable y temerosa. Podemos tomar
distancia de la mente y relacionarnos con el mundo de una forma completamente
nueva. Podemos incluso afinarla, para que nos presente no solo otra mirada,
sino cada instante como nuevo y asombroso. Al tener conciencia de nuestro poder
personal y de la conexión entre nuestra psicología y nuestro ser físico,
sabemos que podemos elegir la salud. De la misma manera, asumimos la
responsabilidad sobre cómo nos sentimos y cómo construimos nuestro mundo. Un
día nos damos cuenta de que la felicidad no era lograr y tener, porque ya
estamos completos; es la plenitud de ser, dejar ser y encontrar la belleza en
lo que es.
• El camino es
realmente un proceso de limpiar y "desaprender". Todo lo que tenemos
como "verdad" es una suma entre la manera como la mente funciona y
condicionamientos sociales que hemos aprendido de nuestro contexto familiar y
cultural. El verdadero maestro es uno mismo y el mundo es sólo un espejo que
nos refleja. Cuando nos reencontramos con lo más simple, con el silencio de
nuestra mente, podemos ver la grandeza de nuestro espíritu. Por eso la
importancia vital de vivir con conciencia y de que nuestra vida entera sea una
meditación.
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