LA LUZ Y LA OSCURIDAD – OSCURIDAD MENTAL

Recordemos que no tenemos que tropezamos en la oscuridad, por nuestra ceguera no sabemos que tenemos la compañía constante de la LUZ.

Cada uno de nosotros trae LUZ al mundo y por el libre albedrío que nos ha sido dado, elegimos la mayoría de las veces, por comodidad, por egocentrismo, por conveniencia, etc, salirnos del camino de LA LUZ Y LA ÚNICA VERDAD.

La LUZ que existe en todas las cosas, que da vida a todas las cosas. Esa luz que invita e induce a hacer lo bueno continuamente, que a todo ser humano se da… para que sepa discernir el bien del mal. Al usar la Luz para discernir y elegir lo que es correcto, podemos ser guiados a una LUZ aún más brillante.

Un ejemplo, de niños aprendimos cómo alejar la oscuridad al encender la LUZ. Sabemos que la luz y la oscuridad no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo. La luz hace desvanecer la oscuridad. Cuando está presente, la oscuridad es derrotada y debe retirarse. Jesús dijo “Yo, la luz, he venido al mundo”. “El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Su luz forma un escudo protector entre ustedes y la oscuridad del adversario a medida que vivan dignos de ella.

Y en este salvaje mundo, la oscuridad nunca está lejos; de hecho, siempre está a la vuelta de la esquina, a la espera de una oportunidad para entrar.

Hay una forma de salir de los “vapores de tinieblas” hacia el sendero que lleva a la felicidad en esta vida, al camino de la LUZ y a la vida eterna en el mundo venidero. Jesús dijo “Guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en LUZ”.

El profeta Nefi indicó el sendero: “Por tanto, amados hermanos míos, sé que si seguís al Hijo con íntegro propósito de corazón, sin acción hipócrita y sin engaño ante Dios, sino con verdadera intención, arrepintiéndose de vuestro mal accionar.

Nunca sabemos quiénes puedan estar dependiendo de nosotros y como dijo el Jesús, no sabemos “si tal vez vuelvan y se arrepientan y vengan a mí con íntegro propósito de corazón y yo los sane y vosotros seréis el medio de traerles la salvación”.

El Bien se paró delante del mal, y lo confrontó diciéndole:
- Tu mentira y tu infamia no perdurará, así hallas lacerado el corazón del hombre y le hallas hecho negar el amor natural , éste se arrepentirá porque finalmente realizará que no podrá ser feliz y en su camino solo verá muerte y destrucción . Y en un instante que se dé cuenta de esto, negará la oscuridad y llorará como un niño arrepentido. Y además el Amor lo conducirá hasta que sea purificado. No lo engañarás más.

Entonces el mal, respondió con estas palabras:
- El hombre es una criatura vulnerable completamente incapaz de establecer compromisos, su naturaleza es el mundo y por el mundo vive. Y por esta razón, yo la oscuridad lo reclamo como mi presa natural. ¿Qué es el hombre? , solo una fantasía pasajera, una mente sin mente, una razón sin comprensión. Todo lo que quiere es sentir, tocar y ser tocado, por eso es vehemente del control, por eso es egoísta, y por eso se da cuenta que el mal es su única alternativa. No pierdas tu tiempo en creer que algún día el hombre cambiará, porque no será así, el hombre cree en mí y así será hasta el último día de su destino final. Así que, ¡fuera! veté de aquí con tus plegarias, con tus lamentos, con tu fe, con tus proverbios, con tus palabras. Al hombre no le interesa la doctrina, el hombre es arrogante, vanidoso, orgulloso, a él no le interesa la religiosidad. Escucha bien, el hombre no nació para el amor, él no quiere amar, él solo quiere ser y yo le voy a dar esa satisfacción. El hombre quiere vivir intensamente el instante, lo demás ¿a quién le importa? , sólo a ti, que te llamas LUZ. Pero yo, la oscuridad, te digo que el hombre es un ser sombrío pues celebra y justifica todas las formas de corrupción. Acaso bien, tú no te has dado cuenta que el hombre en su mayoría es totalmente contradictorio a ti . Ni te escucha, ni te entiende, ni te quiere entender, le aburres, le fastidias, siempre estás allí, diciéndole lo que tiene que hacer. Déjame a mí, enseñare como ser y entonces será feliz.

Y en ese momento el Bien como relámpago en la noche, dijo así:
- ¿Qué puedes saber tú de la felicidad? , ¿Qué puedes saber de la verdadera victoria? , ¿Qué puedes saber tú, de la Paz? , ¿ Qué puedes saber de la fraternidad ? ,¿ Qué puedes saber de la lealtad ?, ¿ qué puedes saber del Hogar? , ¿Que puedes saber de la Compasión? . El hombre no está solo, él no nació abandonado. El hombre en este mundo tiene principios y razón que lo obligan a una familia, a sus padres, a sus hermanos, a su pareja, a sus hijos y a su sociedad. ¿ Cómo es que pretendes envenenarlo ? Tú, oscuridad solo pretendes su perdición , todo lo que dices es falsedad, no hay gloria en la mentira, no hay gloria en el poder ,no hay gloria en la muerte, ni hay gloria en la oscuridad.

Y el mal contestó, burlonamente:
¿Qué vas a hacer tú? , ¿Acaso convencer al hombre? ¿Crees que el hombre va a renunciar a sus deseos, a sus posiciones? , ¿Crees que el hombre va a confesar sus mentiras? ¿Crees que dejará todo lo que ha logrado? Dime, ¿cómo va a dejar esto, sí es lo que siempre quiso?

Y el Bien contestó:

- Te equivocas, el hombre ha sido creado para un Plan Divino y en el plan ha sido seleccionado su felicidad verdadera y no donde una quimera, donde tú pretendes engañarlo. El hombre pertenece al Amor y nada de lo que tú le has dado es enseñanza. Ese hombre que tú dices libre, ha sido desolado y, aún olvidado de sí mismo y tú lo has hecho así porque tú lo has engañado. Tú eres ciertamente maldición, espíritu de corrupción y de mentira. Hay ira delante de ti, porque Dios le manda al hombre como su creación y tú no tienes derecho ni autoridad para convertirlo en un ser sin escrúpulos.

Más el mal muy incisivo, respondió:
- Yo al hombre le doy y le he dado lo que a mí me ha parecido y no es que yo lo haya buscado, es que el hombre me ha buscado a mí y yo solo le aconsejo y siempre lo oriento en sus intrigas. Y juntos

tomamos el veneno de la pasión adictiva del mal, ¿Quién eres tú para reclamarme? Si es el mismo hombre el que me ha abierto su corazón. ¿Tú que puedes hacer en contra de eso? Lo tuyo son solo palabras filosóficas, lo mío son hechos: placer y placer, muerte y muerte, poder y poder. Tú, Bien vete a tu Cielo que en este suelo solo mando y mandaré yo. Y así será por siempre.

Y el Bien respondió:
- Soberbio, engañador, tú no tienes ninguna autoridad, tus palabras están vacías. El hombre es más que una criatura material, el hombre tiene conciencia espiritual y en su corazón siempre ha de buscar la Verdad y la Verdad es un camino difícil por la venganza de tus tentaciones. Pero cuando el hombre se entrega al Amor entonces Dios le da la Iluminación para ser capaz de arrepentirse porque el hombre verdaderamente aunque frágil y delicado moralmente, es como una copa de cristal que debe llevar en su néctar la ciencia sagrada del Amor. El te repudiará, te rechazará, porque del Amor ha nacido y al Amor retornará, porque no accederá a tus engaños y podrá ver que todo lo que hizo bajo tu guía nunca le dio paz. Tú lo has enfermado, lo has hecho adicto porque yo escucho su corazón adolorido, yo sé que quiere dejar esa vida sin sentido, yo lo sé que él quiere volver a nacer en los brazos de la verdad, entregarse y entonces poder ser hijo de la LUZ, a imagen y semejanza ha sido creado. El hombre jamás te pertenecerá.

Al cual el mal, respondió:
- Bueno, eso lo veremos. El camino por recorrer es largo, ¿Dónde estarás tú? Yo seguiré atrapando sus sentidos y sus pasiones. Y tú siempre con más palabras y palabras.

Y el Bien respondió:
- No son palabras, son hechos dignos y verdaderos. Y en este mismo instante recordaré al hombre, su eterno llamado espiritual y regresará a su corazón, lo que tú le quitaste y así el hombre te repudiará. Y ese llamado es la Oración.

Y el mal le contestó:
- Yo me voy hoy, pero mañana regresaré a ver si tu Oración sigue o no sigue allí.

Y el Bien dijo:
- Ah. Hombres, muchos han descendido a los infiernos, muchos han confundido sus principios y valores pero nada está perdido ahora encuentra la Oración y sí así lo haces yo velaré por ti y para ti.

Y dicho esto, el mal se desvaneció.

LA OSCURIDAD MENTAL.

La oscuridad mental es falta de luz espiritual, que no tiene cualidades únicas propias, ya que es producto de las creencias en la escasez fundada en los miedos, que solo lleva a cometer al ser humano error mas error mas error mas error igual a conflicto.

La luz es la verdad en la abundancia. Quien reconoce esta verdad lo tiene todo, porque vive en el amor.

Como escapar de la oscuridad:

RECONOCIENDO:

1- QUE LA OSCURIDAD NO PUEDE OCULTAR NADA

2- QUE NO HAY NADA QUE SE DESEE OCULTAR.

3- PERDONANDO DESDE EL AMOR.