Pregunta:
¿Por qué a la gente buena le ocurren cosas malas? ¿Por qué es
tan injusto el mundo? Por favor, no me diga “No podemos entender los caminos de
Dios”. Estoy cansado de oír esto. Quiero una explicación.
Respuesta:
¿Está seguro que quiere una explicación? ¿Realmente quiere
saber por qué sufren los inocentes? Pienso que no. Usted prefiere la pregunta y
no la respuesta.
Usted está molesto con el hecho de que la gente sufre
inmerecidamente. Como usted. Cualquier persona con un gramo de sensibilidad
moral se siente ultrajada por las injusticias de nuestro mundo. Abraham, el
primer judío, preguntó a Dios “¿El Juez de todo el mundo no actuará
justamente?” Moisés preguntó “¿Por qué tratas mal a este pueblo?” Y aun hoy nosotros
preguntamos “¿Por qué Dios, por qué?”
¿Pero qué pasa si encontramos la respuesta? ¿Qué pasa si
alguien viene y nos da una explicación satisfactoria? ¿Qué misterio será
resuelto al final? ¿Qué pasa si preguntamos por qué y realmente obtenemos una
respuesta?
Si esta importante pregunta fuera respondida, entonces
podríamos hacer las paces con el sufrimiento de los inocentes. Y esto es
impensable. Peor que el sufrimiento de los inocentes es que otros lo vean sin
conmoverse. Y es exactamente eso lo que ocurriría si comprendiéramos por qué
sufren los inocentes. Ya no nos molestarían sus lamentos, ya no sentiríamos su
dolor, porque comprenderíamos por qué está ocurriendo.
Imagine que está en un hospital y oye a una mujer gritando de
dolor. Fuera de su cuarto se encuentra la familia de ella, charlando, todos
sonriendo felices. Usted les grita “¿Qué pasa con ustedes? ¿No oyen cuánto está
sufriendo?” Su respuesta “Esta es la guardia de partos. Está teniendo un bebé.
Por supuesto que estamos felices”.
Cuando tiene una explicación, el dolor ya no parece tan malo.
Podemos tolerar el sufrimiento cuando sabemos por qué ocurre.
Por lo tanto, si encontramos sentido al sufrimiento de la
gente inocente, si podemos racionalizar la tragedia, entonces podemos vivir con
ella. Podríamos oír el lamento de dulces niños que sufren y no horrorizarnos.
Podríamos tolerar el ver corazones quebrantados y vidas destruidas, pues
podríamos explicarlo ingeniosamente. Nuestra pregunta sería contestada y
podríamos seguir adelante.
Pero mientras el dolor de los inocentes sigue siendo algo
candente, nos molesta su existencia. Y mientras no podemos explicar el dolor,
debemos aliviarlo. Si el sufrimiento de la gente inocente no es adecuado para
nuestra visión del mundo, debemos erradicarlo. En lugar de justificar su dolor,
necesitamos librarnos de él.
Continúe formulando la pregunta, por qué le ocurren cosas
malas a la gente buena. Pero deje de buscar una respuesta. Comience a formular
una respuesta. Tome su justo enojo y conviértalo en una fuerza para hacer el
bien. Redirija su frustración por la injusticia y canalícela para luchar contra
la injusticia y la maldad. Que su descontento sea el propulsor suyo hacia la
acción. Cuando ve a personas inocentes sufriendo, ayúdales. Combata el dolor
del mundo con bondad. Alivie el sufrimiento toda vez que pueda.
No queremos respuestas, no queremos explicaciones, y no
queremos un cierre. Queremos el fin del sufrimiento. Y no debemos atrevernos el
dejar a Dios que alivie el sufrimiento. Él espera que nosotros lo hagamos. Para
eso estamos acá.
Aron Moss
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