El ajenjo, cuyo nombre científico es Artemisia absinthium, es
una planta cuyas propiedades se han documentado desde tiempos antiguos. El
ajenjo es originario de Europa, Asia y África, sin embargo, actualmente también
puede encontrarse distribuida en regiones americanas gracias a que se cultiva
con relativa facilidad.
Descripción
Botánica
Esta planta posee un sabor amargo, y se cree que por ello ha
sido llamada “Absinthium”, ya que parece derivada de “apsinthio”, palabra del
latín que se traduce como “sin dulce”. Esta planta, también se ha nombrado
“Artemisia”, en honor a la diosa griega de la caza.
Sus hojas son alargadas y con varias terminaciones, son
suaves al tacto ya que poseen una discreta vellosidad que les confiere
sedosidad al tacto. Suele florecer en los meses de Julio y Septiembre, teniendo
flores de tonalidades amarillas.
Usos tradicionales
El Ajenjo, ha sido una planta empleada varios remedios
medicinales, y muy popular por su empleo para erradicar parásitos intestinales,
aunque también se utilizó en Grecia para calmar dolores menstruales, así como
para tratar la anemia y el dolor de articulaciones en enfermedades como la
artritis reumatoide.
Empleándose para acelerar la cicatrización de heridas.
También fue utilizada para disminuir y controlar la fiebre.
Se llegó a emplear para inducir el parto, ya que estimula las
contracciones uterinas, hoy en día, no se recomienda su empleo con este fin
pues no está libre de efectos secundarios y su efectividad puede depender del
tipo de parásito.
Además, cabe mencionar que el ajenjo se ha utilizado para
reemplazar el lúpulo en la preparación de cerveza, no obstante, su uso para
este fin fue prohibido por la FDA, la administración de Alimentos y
medicamentos en Estados Unidos, ya que se creía que el consumo de esta bebida
en exceso no era seguro.
Propiedades
medicinales
Hoy en día el ajenjo ha ganado nuevamente popularidad gracias
a sus propiedades medicinales. Se suele consumir en forma de té, aunque también
puede utilizarse en forma de tintura.
• Resulta
digestivo, ya que estimula la producción de ácidos digestivos, así como a la
vesícula biliar, puede ser útil para combatir flatulencias y por último, cabe
mencionar que también tiene la capacidad de estimular el apetito.
• Antiparasitario,
el ajenjo se ha empleado desde tiempos antiguos para combatir parásitos
intestinales, tales como tenias, lombrices,
etc.., aunque no se recomienda utilizar en niños pequeños con este fin.
• Ayuda a
aliviar el dolor de articulaciones en enfermedades reumáticas, esto se debe a
sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas naturales. Se puede consumir en
té, así como aplicar compresas con la infusión sobre la zona dolorida.
• Contra el
dolor propiedades útiles también pueden aprovecharse para tratar externamente
golpes y lesiones musculares leves.
• Repeler
ciertos insectos como las moscas y los mosquitos, tiene la capacidad de un
remedio sencillo consiste en machacar algunas hojas frescas de ajenjo y
mezclarlas con un poco de vinagre de manzana para luego untar sobre la piel y
evitar posibles picaduras.
• Su capacidad
de ayudar a estimular y regular la menstruación, esto gracias a sustancias que
posee con características emenagogas (para referirse a los principios activos,
medicamentos o remedios a base de hierbas, que pueden estimular el flujo
sanguíneo en el área de la pelvis y el útero).
• Controlar la
ansiedad, puede utilizarse para gracias a que posee un ligero efecto sedante
que también puede ayudar a relajar los músculos, sin embargo, no se recomienda
su consumo prolongado ya que podría causar adicción, así como otros síntomas
secundarios.
Contraindicaciones
La forma de más común de aprovechar los beneficios del
ajenjo, es a través del consumo del té o el uso de tinturas, aunque también se
le puede encontrar en forma de cápsulas o extractos. Sea la forma que elijamos,
debemos saber que el ajenjo no es recomendado por periodos prolongados.
Ya que el ajenjo puede ser tóxico en exceso para el
organismo, es aconsejable utilizar las dosis indicadas y mujeres embarazadas
así como en la etapa de la lactancia no deben consumirlo.
El aceite de ajenjo no se debe consumir, ya que tiene altas
concentraciones de thuyona, una sustancia identificada como peligrosa por la
FDA.
Las hojas de ajenjo, si van a consumirse, deben secarse
antes, pues las hojas frescas contienen más aceite natural de la planta.
Efectos
secundarios
Aunque el ajenjo es seguro si se siguen las indicaciones para
su consumo, su exceso o consumo prolongado puede provocar efectos secundarios.
Algunos efectos secundarios del consumo de ajenjo son
principalmente digestivos, tales como diarreas, náuseas y vómitos, aunque
pueden aparecer otros como el insomnio, vértigo e incluso convulsiones.
Se cree que puede ser adictivo, motivo por el cual su consumo
no debe exceder un periodo mayor a un mes, o 4 semanas.
En caso de presentar los efectos secundarios ante el consumo
de esta planta, se recomienda suspender su uso.
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