A menudo el terapeuta aplica técnicas especiales de masaje
para disolver este acorazamiento de los músculos, de las vísceras o de los
tejidos. Colocando un estetoscopio sobre el abdomen del paciente, el terapeuta
sigue minuciosamente los sonidos peristálticos durante el masaje. Estos sonidos
son sorprendentemente variados (un lenguaje completo), y son producidos en
respuesta a los diferentes movimientos efectuados por el terapeuta. Los sonidos
indican que el terapeuta, al tocar ciertos tejidos donde se ha acumulado la
energía de una emoción pasada, ha logrado liberar esta energía para su descarga
fisiológica mediante psicoperistalsis. Esforzándose por obtener el mayor número
de sonidos psicoperistálticos posibles, el terapeuta elimina progresivamente
los «residuos de tensión» de los tejidos, residuos provenientes de ciclos
emocionales incompletos.
Una vez que el acorazamiento del cuerpo empieza a
disolverse, capa por capa, y que la bioenergía comienza a circular más
libremente, se produce un (aumento biodinámico) de la energía hasta entonces
suprimida. Si este aumento es lo bastante fuerte, en lugar de continuar los
masajes, el terapeuta puede concentrarse en alentar a su paciente para que
reconozca sus propios estímulos interiores y deje que se desarrollen y expresen
por sí mismos. Estos estímulos interiores son los movimientos del núcleo vivo
del paciente, que presionan para ser reconocidos.
Los estímulos interiores pueden tener diversas formas, desde
el sacudimiento muscular más leve o una partícula borrosa de recuerdos hasta
una amplia expansión respiratoria o explosiones de emociones profundas. En
algunas ocasiones, los recuerdos y sensaciones pasados que habían sido
reprimidos y enterrados bajo la armadura del cuerpo vuelven a salir a la
superficie de la conciencia, produciendo numerosas introspecciones y una
profunda claridad psicológica. En otras, el proceso terapéutico tiene lugar
principalmente a nivel orgánico.
En ambos casos, la terapia biodinámica es un proceso de
purificación biológica básica; a medida que se elimina literalmente la neurosis
del cuerpo, el núcleo vivo del organismo se libera interés entre el gran
público y han provocado una gran demanda de terapia catártica. Sin embargo,
Janov ha sido muy criticado por actuar más como un vendedor que como
científico. Ha efectuado afirmaciones exageradas sobre su producto y/o se ha
comportado como un sumo sacerdote de una nueva cultura religiosa. Sostiene que
su forma de terapia primaria es la única (curación) para todas las enfermedades
mentales, afirmando que las otros psicoterapeutas lo único que hacen es
perjudicar a sus pacientes. La opinión de Janov no es compartida por la mayoría
de los otros terapeutas primarios.
Janov denomina (prinial) a la expresión de un proceso
primario, palabra que ha entrado rápidamente a formar parte del argot, y al
procesa de liberación lo llama (primalización).
El papel del dolor y del placer en la exploración de los
procesos primarios es causa de grandes controversias entre los terapeutas
primarios. Janav se describe a sí mismo como un comerciante del dolor, ni más
ni menos. Muchos terapeutas primarios no están de acuerda can este énfasis
puesta sobre el dolor y han confirmado las experiencias de Reich consistentes
en que, durante la regresión primaria profunda, las pacientes sienten más miedo
al placer que al dolor. Nuestra cultura nos enseña cómo manejar el dolor; mucha
gente busca el dolor para calmar sus culpables superegos. Janov confía en una
técnica (de destrucción), mientras que otros terapeutas primarios creen que
esta técnica tan sólo. enseña al paciente a reforzar su acorazamiento
caracterológica. Por otra parte, (derretir) el acorazamiento del paciente
mediante un masaje suave constituye un método natural de soportar la liberación
de los procesos primarios.
Otro tema polémico es la profundidad de la regresión que
puede realizar un paciente. Freud llegó a la conclusión de que el principal problema
de sus pacientes era el complejo de Edipo. Ferenczi jugaba con sus pacientes a
fin de ayudarlas a efectuar una regresión a su infancia preverbal. Melanie
Klein también empleaba el juego y las actividades artísticas para penetrar en
las experiencias infantiles.
Otto Rank llegó a la conclusión de que sus pacientes estaban
traumatizados por la experiencia del parto. Nandor Fador empleaba el análisis
de sueños para resolver no sólo el trauma del parto sino también los traumas
uterinos. En 1976, R. D Laing definió una (primal de implantación), si bien
Isadora Sadger ya había descrito a Freud las (traumas de concepción) en 1907 .
Aunque algunos terapeutas primarios están aprendiendo
todavía a reconocer y tratar los primales de implantación, otros han seguido a
sus pacientes hasta el inconsciente colectivo descrito por Jung. Por ejemplo,
una de las mejores terapias para un paciente que sufre los efectos de una falta
de cariño maternal, consiste en entrar en contacto con el arquetipo jungiano de
la (Gran Madre), obteniendo así una nutrición eterna desde el interior.
A veces es necesario seguir al paciente más allá del inconsciente
colectivo, llegando a la conciencia del karma (palabra sánscrita que significa
acción y que hace referencia a las consecuencias éticas de las acciones, que no
se producen en una sola existencia. La penetración a este nivel produce frecuentemente
primales de reencarnación, que parecen provocar un cambio terapéutico, ya sea
fantástico o real. A este nivel, terapeutas y pacientes se sirven de las
distinciones entre los diversos estados alterados de conciencia producidos por
la ingestión de LSD. Estas distinciones fueron realizadas por Stanislav Grof,
John Master y Jean Houston. Otro modelo útil para comprender las experiencias kármicas
podemos encontrarlo en el libro tibetano de los muertos y en el comentario que
Jung hace de esta obra.
Es imposible describir las experiencias primarias al nivel
más bajo o místico de conciencia transpersonal. Cualquier descripción es
limitada, ya que dichas experiencias trascienden la lógica, el yo, los dioses,
las palabras y todo dualismo. Si existe una finalidad en la exploración de las
experiencias primarias, debe ser mediante la toma de contacto con este nivel de
conciencia transpersonal, que todos los místicos y chamanes describen como el
lugar donde se encuentra todo lo que conocemos.
Las nuevas terapias primarias no sirven para todo el mundo.
Son particularmente efectivas cuando el conflicto psicológico es fruto de
experiencias que tuvieron lugar antes de que el paciente aprendiese a hablar,
es decir generalmente entre el momento del nacimiento y el final del primer año
de vida. La crisis (o punto decisivo) implica por lo general revivir estas
primeras experiencias, lo que frecuentemente incluye la entrada en la
conciencia de un inmenso dolor emocional y/o experimentar intensas sensaciones
corporales. Por consiguiente, el progreso de la terapia primaria está
determinado por la cantidad de dolor que el paciente puede soportar en un
período determinado y, en tanto que forma de tratamiento, generalmente dura
varios años.
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