Con el coaching emprendemos un proceso de autoconocimiento referido a nuestras facultades. Se revisan creencias tal vez aprendidas a lo largo de nuestra vida y se ponen sobre la mesa para comprobar si nos siguen siendo válidas, si son nuestras o por el contrario pertenecen a terceras personas. Con el Reiki autodescubrimos nuestro yo más profundo, el más espiritual y ambos nos permiten superar los miedos que nos producen los cambios.
Con ambos caminos, ambos procesos, ambas formas, lo que se consigue es que seamos capaces de salir de nosotros mismos, ser nuestros propios espectadores, iniciar un camino de vaciamiento, de desaprendizaje, para comenzar de nuevo desde lo más auténtico de nosotros mismos. Al conectar con nuestro yo más profundo, con nuestra esencia, retomamos un camino más positivo, más coherente. Además, aprendemos a identificar nuestras emociones, a sentirlas, a aceptarlas y a respetarlas. Nos hacemos emocionalmente inteligentes.
¿Es necesario un proceso de coaching y a la vez aprender o recibir reiki? No. Cada uno puede encontrar su camino, dar respuesta a sus necesidades a través de una de las dos vías, que para mí, han sido complementarias, pero son independientes entre sí.
Por mi experiencia, sé que una lleva a la otra, y que da igual por dónde comiences.
Antonio Fernández González
No hay comentarios:
Publicar un comentario