Hablar
de una “técnica del “DESPERTAR ESPIRITUAL” aparece como algo paradójico, si no
absurdo y contradictorio. Sin embargo, no encontramos otros términos para
definir la actitud práctica de aproximación a todas las circunstancias de la
vida, capaz de operar un “DESPERTAR INTEGRAL” de la “CONCIENCIA”, esta es la
clave principal.
Sabemos
que Krishnamurti y los grandes maestros del Ch’an, tales como Shen Hui, enseñan
que a contar desde el instante en el que concedemos importancia a los métodos y
a los medios que nos permitirían alcanzar una realización espiritual, esos
métodos y esos medios contienen sus propias limitaciones y llevan la huella
indeleble de los condicionamientos específicos de los medios empleados.
Tenemos
claro que todo método tiende a condicionar el espíritu de aquellos que se inspiran
en ese método debido a que se hunden inconscientemente en el proceso de
imitación de un modelo. Y toda obediencia a un modelo, toda imitación paraliza
las posibilidades creadoras del espíritu.
Pero
la técnica de la cual nos proponemos hablar no se inspira en modelo alguno. No
se trata de fijar nuestro espíritu en imágenes o símbolos particulares. Tampoco
se trata de imitar, de copiar, de obedecer contraseñas, conceptos, ni de seguir
las sugerencias de otros.
Aquello
de lo que se trata fundamentalmente es de un proceso de desarrollo natural de
la atención que no tiene por móvil la adquisición de nuevos bienes, de nuevos
poderes.
Todo
está aquí, lo tenemos internamente, no hay nada que “hacer” en el sentido acumulativo del término, hay más bien que “deshacer” los innumerables nudos de
nuestras complejidades mentales, de los residuos de nuestros actos incompletos,
de nuestros “engramas cerebrales”,
de nuestras “contradicciones internas”,
de nuestras nostalgias.
Nuestros
hábitos mentales, las incesantes agitaciones de los pensamientos y de las
imágenes psíquicas que se presentan en el campo de “NUESTRA CONCIENCIA” son los
principales obstáculos para nuestro “DESPERTAR INTERIOR”.
La
solución no está en evadir esos obstáculos. No hay que expulsarlos simplemente
en virtud de un acto de disciplina o de voluntad del “YO INTERIOR o el YO SOY o
como conocemos simplemente nuestro CORAZÓN”.
Ciertamente
eso es posible. Pero al término de esa vacuidad artificialmente operada por el
“YO”, el problema permanece idéntico. Ya que subyacente a este proceso, el “YO”
que es la fuente primera de todas las agitaciones mentales permanece intacto.
Un “YO” agitado se ha transformado simplemente en un “YO” calmado. Pero sigue
siendo fundamentalmente un “YO”.
Cuando
el “YO” intenta ejecutar el “VACÍO MENTAL”, se opera inconscientemente una
escisión en él. Nada es más sencillo de entender. El “YO” se divide en dos
elementos: uno en el que se concentra toda la voluntad, el supuesto “SUJETO”; a
otra parte está formada por el conjunto de las agitaciones emocionales o
mentales, son los “OBJETOS”. Así, una de las partes, el SUJETO, opera sobre la
otra parte, los OBJETOS (pensamientos, emociones), por medio de una tensión
considerable. Cada cual puede intentar esta experiencia. Es posible, pero
requiere de gran esfuerzo y perseverancia. Tal vez ésta no sea inútil a título
provisorio, con la condición de estar bien consciente de sus limitaciones.
El
verdadero “CAMBIO ESPIRITUAL o de CONCIENCIA” implica una exclusión completa de
todas las tensiones psíquicas que alimentan y refuerzan el “YO”, la supresión
de las divisiones internas del “YO” y sus relaciones de tensiones recíprocas, todo
esto al ser psíquicamente programados en nuestra educación e instrucción
educativa en cada lugar del Mundo en que residimos.
Otra
comparación puede orientarnos hacia la comprensión del proceso operativo del
cambio espiritual. Cuando estamos durmiendo, a menudo sucede que soñamos, si
nos encontramos bajo la influencia de una visión de pesadilla que nos provoca
un intenso temor, salimos de nuestra condición de sueño y nos despertamos. Así
mismo, si tenemos un sueño agradable que nos produce emociones o placeres
demasiado intensos, también nos despertamos. La causa principal de nuestro
despertar no es especialmente el dolor ni el placer, sino cierta intensidad
vibratoria en nuestro psiquismo
.
Sencillo
en la teoría, porque cualquiera puede comprender que para estar atento no hay
que estar distraído, complicado en la práctica, ya que si todo el mundo
comprende lo dicho anteriormente, nadie se da cuenta hasta que punto estamos
distraídos en todo momento. El término lo indica ya en su etimología: es estar
dis-traído, es decir, dividido, desgarrado por una parte entre los elementos
precisos de una circunstancia determinada y por otra parte ido en pensamientos,
ideas, imaginaciones, que no tienen ninguna relación con la circunstancia que
estamos viviendo.
Por
lo tanto, es indispensable que la “CONCIENCIA” se recoja sobre sí misma, no en
un proceso de repliegue egocentrista, sino en una apertura a la fuente primera
de donde emana esta consciencia, fuente que es objeto de un brotar
perpetuamente presente.
Primero
es la toma de “CONCIENCIA” de los móviles profundos de la dispersión de las
energías psíquicas, que asegura la continuidad del “YO” tal como lo desea su
instinto de conservación.
Existe
un estado de “OBSERVACIÓN SILENCIOSA”, de lucidez extraordinaria sin ideas. En
ese estado es donde la “CONCIENCIA” realiza su vértice de agudeza. Esta agudeza
es liberadora al máximo. Expulsa la dominación de todos los recuerdos del
pasado, de todos los recuerdos. Es la única solución natural válida y esto
debido a razones psicológicas, espirituales y metafísicas irrefutables.
Todos
estos procesos de su “INTERIOR” que cada ser humano para su bienestar debe
obtener se basan principalmente en la “MEDITACIÓN”
.
Cuanto
mas entrenado se esté en encontrar el vacío mental, mas rápido llegará en “ESTADO
DE CONTEMPLACIÓN” a encontrar la absoluta verdad que es la verdadera razón del “SER”
que allí reside. También existen muchos métodos de meditación y otras técnicas
como P.N.L. (Programación Neuro-Lingüística), etc.
Tal
como lo expresa Krishnamurti: “Por medio del pasado, de lo conocido, nadie
puede realizar lo Supremo, lo Desconocid
o”. La Libertad y la Mutación se
realizan cuando nos liberamos finalmente de aquella marcha estéril, que va
siempre de lo conocido a lo conocido, del tiempo pasado al tiempo futuro”.
Nos
abrimos entonces al encanto infinito de una intemporalidad siempre nueva donde
se revela finalmente la “PLENITUD DEL AMOR” y de la “INTELIGENCIA NO MENTAL”.
En esta realización reside el secreto del todo poder que nos libera del dominio
de todos los recuerdos, cualesquiera que estos sean.
Solamente
la irrupción en el “CORAZÓN” de una zona de “CONCIENCIA” infinitamente más
profunda puede efectuar esa “LIBERACIÓN”, ara que esta irrupción se pueda
producir, el “CORAZÓN” debe realizar una disponibilidad interior mediante el
ejercicio de una atención pura que rompa el cepo del tiempo en el que está
aprisionada la “CONCIENCIA EGOÍSTA”. Estas son las grandes líneas resumidas de
la TÉCNICA PARA EL DESPERTAR ESPIRITUAL por la vía de la atención perfecta
Reiki Master
Galicia
No hay comentarios:
Publicar un comentario