La
DEPRESIÓN es para mí una de las peores enfermedades, ya que priva de las ganas
y la ilusión de vivir.
Suele irse
instalando progresivamente. Al principio, la persona simplemente se siente
triste, melancólica y cansada. Piensa que su estado es normal, algo pasajero;
“todos pasamos altibajos”, se dice a sí misma.
Pero la
situación pronto se agrava y llega a perderse la alegría de vivir. La vida se
convierte en un infierno, lo que lógicamente termina afectando también a las
personas que le rodean. Su entorno sufre, involucrado en esta espiral
depresiva.
Que se
trata de una enfermedad está tan claro como que lo son el resfriado, la gripe o
el cáncer. Uno coge una depresión como quien coge un virus.
Pero muchas
personas sacudidas por la depresión se niegan a reconocer que están enfermas. Y
este es un problema enorme, sin duda el principal obstáculo a la hora de tratar
la enfermedad. En este ejemplar de Plantas & Bienestar usted encontrará los
síntomas característicos de la depresión. Si presenta entre 5 y 7 de ellos es
probable que sufra una depresión ligera.
Y no debe
avergonzarse de ello.
Ante todo,
no se preocupe; por el contrario, saber qué le está pasando es realmente una
buena noticia. “Nuestro cuerpo ama la verdad”, resumía magníficamente el
conocido médico, neurocientífico y escritor David Servan-Schreiber (autor del
best-seller, entre otros libros, Curación emocional: acabar con el estrés, la
ansiedad y la depresión sin fármacos ni psicoanálisis, así como de Curarse sin
Freud ni Prozac).
Pues bien:
usted está a punto de descubrir que la fitoterapia (la medicina basada en
plantas con propiedades curativas) es el tratamiento al que sin duda debe dar
preferencia, dada la eficacia de sus soluciones.
¿Plantas
contra la depresión?
Todavía hay
muchas personas que consideran que tratar y vencer la depresión con plantas no
es creíble. Sin embargo, es la ciencia la que lo está demostrando a partir de
un análisis que, como verá, es extremadamente riguroso.
Debe
disculparme si las explicaciones que siguen resultan demasiado técnicas, pero
son indispensables para que se entienda que efectivamente las plantas pueden
tener un efecto sobre nuestro ánimo por medio de la regulación de los
neuromediadores cerebrales (serotonina, dopamina y noradrenalina).
Los
investigadores habían constatado que las personas que sufrían depresión tenían
bajos niveles de un producto del metabolismo de la serotonina, el ácido
5-hidroxindolacético (5-HIAA). Del mismo modo, también apreciaron un nivel bajo
de concentración de dopamina en las sinapsis (zonas de contacto y de
transmisión del influjo nervioso entre dos neuronas) en casos de depresión de
tipo melancólico, estado en el que se constata una pérdida de actividad motriz,
motivación e iniciativa. Y, finalmente, la noradrenalina en niveles
insuficientes se asocia a comportamientos de desapego social, característicos
del estado depresivo.
Pues bien
(y esta es la gran noticia): en Plantas & Bienestar va a descubrir que
existen cuatro plantas medicinales que han sido reconocidas como
reequilibradoras de los neuromediadores deficitarios implicados en la
depresión: el azafrán, la grifonia, el hipérico (o hierba de San Juan) y la
Mucuna pruriens (también conocida como “grano de terciopelo”), que actúan sobre
la serotonina, la noradrenalina y la dopamina.
La rodiola,
que es muy eficaz en períodos de agotamiento por exceso de trabajo y estrés
profesional, también es una excelente solución alternativa contra la depresión,
de acuerdo con un estudio publicado recientemente en la revista científica
Phytotherapy por la Escuela de Medicina de la Universidad de Pensilvania.
Como verá,
este mes en Plantas & Bienestar abordamos en profundidad la depresión,
explicándole en detalle cómo actúa cada una de estas plantas. Además, le hemos
preparado un cuadro resumen que le permitirá identificar las plantas que mejor
se adaptan a sus necesidades en función tanto de sus efectos como de la
situación en la que usted se encuentre (pues no es lo mismo una depresión
causada por estrés que una depresión apática, una depresión reaccional, etc.).
De este
modo tendrá siempre a mano la información que necesita sobre la forma en que
debe consumir cada una de las plantas, su posología e incluso el momento del
día en que desplegarán toda su eficacia, así como otras indicaciones (por
ejemplo, no asociar nunca un medicamento con la toma de hipérico, evitar
ciertas plantas en caso de embarazo y lactancia, etc.).
Por
supuesto, la depresión no es lo único que tratamos en el nuevo número de
Plantas & Bienestar. Aquí tiene un avance de otro asunto de gran
importancia:
¿Cansancio
frecuente, dolores articulares…? ¿Lo suyo no será lyme?
¿Se siente
cansado con frecuencia?
¿O quizá
sufre a menudo dolores articulares, pequeños estallidos en la espalda y cuello,
dolor de cabeza, problemas de memoria, trastornos del ánimo…?
A menos que
usted sea propenso a los trastornos depresivos, estas molestias no parecen gran
cosa.
Si va ver a
su médico para consultarle, es probable que le recete calmantes, incluso
antidepresivos, y que le remita al psiquiatra.
Pero en
realidad podría tratarse de algo mucho más grave. Y que su médico simplemente pase
de largo ante una enfermedad casi invisible y, sin embargo, muy real y con
consecuencias que pueden llegar a ser dramáticas: la enfermedad de Lyme.
Las
enfermedades transmitidas por garrapatas crecieron ¡un 300% en sólo 20 años!
La
enfermedad de Lyme está causada por las bacterias del género Borrelia, que se
transmiten especialmente a través de las picaduras (más bien mordeduras) de las
garrapatas.
Las
garrapatas son ácaros que, favorecidos por el cambio climático, están
proliferando dramáticamente. Y las enfermedades que transmiten al hombre han
aumentado un escalofriante 300% en los últimos 20 años.
Aunque hace
una década se limitaban a los bosques de algunas zonas del norte de Europa,
actualmente las garrapatas ya son una presencia constante también por muchas
partes de España, y muy pronto infestarán la totalidad del territorio.
Sólo en
Alemania, donde se ha convertido en una epidemia galopante, en el año 2010
fueron tratadas por lyme un total de 900.000 personas.
La
enfermedad ha sido localizada en todos los continentes menos en la Antártida.
Es una verdadera catástrofe para la salud pública.
Un simple
paseo por el campo puede convertirse en una terrible pesadilla si en su camino
se cruza una garrapata infectada. Y es que una sola picadura basta para que, si
ésta tiene la enfermedad, se la transmita. Las bacterias se infiltrarán
entonces en todos sus órganos y en cada uno de los tejidos de su cuerpo,
incluyendo los huesos.
Esas
bacterias atacan a todos los sistemas, también al sistema nervioso y al
cerebro, pudiendo causar gran variedad de lesiones graves que a su vez
provoquen dolores insoportables, parálisis, una abrumadora fatiga crónica,
trastornos psiquiátricos…
Una vez que
la infección se ha vuelto crónica, la enfermedad de Lyme puede ser confundida
con casi cualquier enfermedad conocida por la medicina, y eso explica que decenas
de miles de personas tarden demasiado tiempo en recibir un diagnóstico o que
estén mal diagnosticadas.
Pero, tal y
como usted mismo va a descubrir en el nuevo ejemplar de Plantas &
Bienestar, existen dos métodos eficaces y reconocidos para identificar y
diagnosticar la enfermedad de Lyme: los test Elisa y Western Blot.
Pero
también va a descubrir un tercer método de diagnóstico especialmente eficaz,
que va a compartir con usted uno de los mayores especialistas mundiales de la
enfermedad de Lyme, el doctor Richard Horowitz.
Médico
internista (especializado en diagnósticos complejos y en enfermedades
autoinmunes) en Nueva York, el Dr. Horowitz ha tratado y curado durante más de
30 años a más de 12.000 pacientes con la enfermedad de Lyme. Su técnica es
especialmente útil en los casos más difíciles de detectar.
Diagnosticar
y tratar
Si
importante es detectar la enfermedad, también lo es poder tratarla de forma
eficaz. Y esto también lo encontrará en el próximo número de Plantas &
Bienestar.
Descubrirá
que el uso de ciertas plantas medicinales resulta muy recomendable en el
tratamiento de esta enfermedad (por supuesto, le decimos cuáles y en qué
posología). El Dr. Horowitz detalla un tratamiento que ha resultado eficaz para
el 70% de sus pacientes, basado en tomar entre 30 y 60 gotas al día de una
mezcla de cumanda, banderol, enula y samento (uña de gato).
El ajenjo
chino también funciona, y no sólo es conocido por sus efectos sobre la
borreliosis, sino también sobre la babesiosis (otra enfermedad parasitaria
similar a la malaria).
Y otro
tratamiento sorprendente es el de Buhner, que comprende el andrographis, la
hierba nudosa japonesa, el samento, el astrágalo de China y el eleuterococo.
También comprenderá por qué para tratar el lyme es tan importante mantener
altos los niveles inmunitarios, y cómo puede hacerlo con determinados hongos
que aumentan los linfocitos T (los destructores de las células infectadas) en
más de un 300%.
Y no se
olvide de anotar en algún lugar que le resulte fácilmente accesible el consejo
que el Dr. Horowitz le da para actuar si le ha picado una garrapata. Un acto
simple pero que puede reducir considerablemente el riesgo de contraer la
enfermedad.
Investigaciones
científicas punteras
Mes a mes
Plantas & Bienestar le trae lo más nuevo de las investigaciones científicas
más punteras sobre las propiedades medicinales de las plantas, pero también el
valioso saber que nos ha dejado sobre ellas la herencia de nuestros
antepasados. A día de hoy la propia ciencia sigue reconociendo y confirmando
cada vez más usos y propiedades que llevan siglos utilizándose, y continúa
maravillada por otros “misterios” de los poderes que cada día demuestra la
naturaleza.
Antonio Fernández González