Su popularidad está creciendo no sólo porque son bellas,
también traen beneficios para la salud.
Las lámparas de sal del Himalaya son exactamente lo que suenan,
son trozos de sal del Himalaya con una bombilla pequeña, generalmente en el
interior. Los cristales de la sal con la fuente de luz producen iones
negativos, que neutralizan los iones positivos en el aire. Los iones positivos
cargan a menudo moho, bacterias y alérgenos en el aire. Así como las plantas,
estas lámparas limpian el aire de los ambientes.
Cómo funcionan
La sal es higroscópica, lo que significa que atrae agua a la
superficie y esta agua se evapora rápidamente debido a la lámpara (esta es la
razón por la cual las lámparas de sal tienden a sudar y aparecen mojadas en
climas húmedos). Los iones negativos son generados durante el proceso de
evaporación del agua.
Nota: Los agentes alérgenos y otros contaminantes del aire
simplemente caen al suelo, por lo que se recomienda aspirarlo regularmente con
una aspiradora de filtro HEPA o bien con un trapo húmedo.
Así que ¿de dónde vienen estos iones positivos ? Los iones
positivos son emitidos por aparatos electrónicos en su hogar, como televisores,
Computadoras y teléfonos móviles. El resultado es un aumento de las alergias,
estrés e insomnio. La lámpara de la sala nula estos iones. Hay 8 cosas que
notará después de enchufar una:
1. Va a dormir mejor.
2. Menos alergias.
3. Algunos trastornos mentales se pueden calmar.
4. Menos problemas respiratorios como asma, bronquitis,
bronquiolitis.
5. Menos dolores de cabeza.
6. El reumatismo puede ser parcialmente reducido.
7. Los trastornos vasculares son aliviados.
8. Los problemas de la piel pueden aliviarse.
Los iones negativos ocurren frecuentemente en la naturaleza
y son creados a menudo por cosas como rayos de tormentas, la luz del sol,
cascadas y las olas del océano. Este es uno de los motivos por los que nos
sentimos renovados después de una tormenta o un díaen la playa.
Lugares como cascadas y playas donde naturalmente se
producen los iones negativos pueden tener una concentración de hasta 10.000
iones negativos por centímetro cúbico mientras que las ciudades ocupadas pueden
tener niveles de iones negativos tan bajos como 100 iones por centímetro
cúbico.
Antonio Fernández González
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