de forma permanente; no somos seres separados, sino individualizados. Sólo nuestras viejas costumbres newtonianas de pensar nos conducen a estos conceptos de separación del todo. Sencillamente, no son verdaderos. Permítame que se muestre un ejemplo de lo que puede lograrse interpretando la autorresponsabilidad desde el punto de vista de la separación.
Supongamos que un niño pequeño enferma de SIDA a causa de una transfusión de sangre. Si se interpreta este caso desde el punto de vista de la separación podríamos considerarlo como una pobre víctima.
Examinado desde la versión popularizada de la autorresponsabilidad, la reacción podría expresarse así: Bien, él lo ha originado, por tanto, es culpa suya. Sin embargo, desde la perspectiva del holismo diríamos: ¡Qué dura lección han elegido esa valiente alma y su familia para aprender de su mayor realidad!
¿Qué puedo hacer para ayudarles en todo lo posible? ¿Cómo
puedo amarles mejor? ¿Cómo puedo ayudarles a recordar quiénes son? Cualquiera
que considere la vida de esta manera no encontrará contradicciones entre la
responsabilidad y el amor, pero sí una gran diferencia entre la responsabilidad
y la culpa.El punto de vista de la individualización y el holismo prometen respeto y aceptación de cualquier cosa que experimenten otros seres humanos. Por contra, frases como ¡Tú creaste tu cáncer; yo no hubiera hecho algo así! se dicen desde la perspectiva de la separación, no de la individualización. La separación promueve miedo y victimismo; un miedo y un victimismo que sólo cuentan con el apoyo de la lesión de ausencia de poder. La responsabilidad y la aceptación promueven poder desde dentro para crear la propia realidad. Así, si el lector tuviera algo que ver inconscientemente en hacer que las cosas sean como son, tendría muchísimo que ver con la creación de las cosas de la forma que desea que sean. Veamos con mayor claridad el proceso del olvido.
Examinemos el proceso empleando la idea de la Gestalt sobre la pared.
Cuando el lector experimenta alguna incomodidad, lo que está experimentando es, en cierto modo, la pared que levantó entre su yo integrado mayor y una parte de sí mismo. Esa pared sirve para contener una parte de usted en la que no desea integrar su experiencia en tal momento. Con el tiempo, la pared se convierte en muro y usted olvida que lo que se ha tapiado es una parte de sí mismo; es decir, ha creado más olvidos.
cuerpo mental. Se produce una división de la fuerza vital en dos corrientes directamente opuestas y la persona cae en una división dualista.
El miedo podría alterar el etéreo en el plexo solar, dando lugar a una sobrecarga del yin en esa área si la persona es incapaz de resolver este dilema concreto. Si se deja que persista, la alteración provocará trastornos en el metabolismo de las energías químicas del cuerpo físico, lo que hará que los sistemas físicos se desequilibren y, en su momento, enfermen. En nuestro ejemplo, la sobrecarga del yin en el plexo solar podría provocar un aumento de la acidez estomacal susceptible de degenerar en úlceras.
Así, las energías desequilibradas de los cuerpos superiores del sistema afectado se van transmitiendo progresivamente en descenso hacia los cuerpos inferiores, hasta provocar la enfermedad en el cuerpo físico. La sensibilidad del sistema enfermo a las sensaciones corporales se ha reducido, y ello puede conducir a una falta de sensibilidad con respecto a las necesidades corporales, lo que se manifiesta, por ejemplo, en la adopción de una dieta inadecuada que puede crear un bucle negativo de realimentación de energías aún más desequilibradas. Cada cuerpo alterado o desequilibrado tiene un efecto perjudicial sobre su vecino superior inmediato. Esta enfermedad tiende a crear una mayor patología.
Las observaciones que he realizado a través de la elevada percepción sensorial demuestran que en las capas del campo con números pares la enfermedad adopta la forma de los bloqueos, infracargados, sobrecargados o con energía oscura obstruida. En las capas estructuradas del campo, la enfermedad adopta la forma de desfiguración, alteración o enmarañamiento.
Puede que aparezcan orificios en la estructura en rejilla o en cualquiera de las capas de números impares del aura.
Los fármacos afectan enormemente al aura. Se han visto formas de energía oscura en el hígado producidas por las medicinas ingeridas para curar enfermedades anteriores. Durante varios años después de haberse curado supuestamente, la hepatitis deja un color amarillo naranja en el hígado. Se ha visto la pintura radio-opaca que se inyecta en la espina dorsal para diagnosticar una lesión diez años después de haberse aplicado, aunque se supone que desaparece del cuerpo en uno o dos meses. La quimioterapia obstruye todo el campo aural, especialmente el hígado, con una energía de aspecto mucoso pardo verdoso. La radioterapia achicharra las capas estructuradas de dicho campo como si fuera una media de nailon quemada. La cirugía deja cicatrices en la primera capa del campo y, en ocasiones, en todas sus fases hasta la séptima capa. Se pueden curar estas cicatrices, deformaciones y obstrucciones con el apoyo a la autocuración del cuerpo físico; si se dejan deformadas, dicho cuerpo tendrá muchas más dificultades para curarse a sí mismo.
Los chakras desfigurados por energías psicológicas no asimiladas correctamente tienen una gran repercusión en la salud físico-mental del Ser humano. El chakra del plexo solar tiene ocho torbellinos más pequeños. Pueden estar situados a los costados del cuerpo, en cuadrantes que parecen muelles que han saltado, este es un ejemplo, de un chakra, en todos suceden situaciones si no iguales, de una gran similitud, que se han comprobado por experiencias propias de terapeutas de Reiki de renombre internacional. En conclusión las desfiguraciones de los chakras cuando la enfermedad ha traspasado el límite de su comienzo, se observa que para cada una la modalidad que toman sus respectivos chakras es similar para cada paciente en la misma enfermedad.
Se ha observado con frecuencia en el primer chakra, en los casos en que se ha conectado la energía al suelo, principalmente por una pierna, mientras que la otra es débil. Esto se suele asociar también con un coxis que ha quedado bloqueado por un lado. Esto muchos otros ejemplos nos hace pensar que cada torbellino de un chakra aporta energía a un órgano específico. Los chakras, suelen producir distintas configuraciones, muchas de ellas, son simples desalineaciones estructurales. Se han visto chakras literalmente arrancados al exterior, muy expandidos o con su tamaño muy reducido.




















